Las molduras son elementos que se colocan generalmente en la zona de unión de las paredes con el techo, aunque también pueden aparecer en las esquinas, como base de lámparas o sobre la pared.
Este tipo de elementos permite proporcionar un toque de elegancia a la sala sin necesidad de saturarla visualmente, ya que suelen quedar fuera de nuestro alcance visual.
Puesto que generalmente las molduras son de escayola, un material frágil, es bastante común que se manifiesten imperfecciones como desprendimientos de material o pequeñas fisuras. Repararlo es muy sencillo y no te llevará mucho tiempo, por lo que este proyecto es perfecto para el bricolaje de tarde. ¡Atrévete a probarlo!
Para empezar, en el caso de que se trate una moldura situada en el techo o como pie de una lámpara, necesitarás una escalera para poder llegar a ella.
Simplemente aplicaremos un poco de masilla Aguaplast Standard sobre la espátula. Rellena la imperfección con la mezcla y retira el sobrante arrastrando la herramienta de manera que quede lo más liso posible.
Si el desperfecto se encuentra sobre un detalle de la moldura (como una esquina o un relieve) aplica mayor cantidad de producto procurando que rebose para así poder recrear la forma más fácilmente.
Si no te ha quedado perfecto, no te preocupes: espera a que seque y arrastra un papel o un taco de lija sobre la zona reparada. Observarás que es un material muy sencillo de lijar, por lo que moldearlo según la forma que quieras será pan comido.
Arrastra la lija desde la zona intacta de la moldura hacia la superficie reparada apretándola ligeramente. Así podremos crear una forma parecida a la de la escayola.
Ahora tan solo nos queda limpiar la superficie de restos de masilla. ¡Ya está! Notarás que el desperfecto se ha camuflado.
Si quieres, ahora puedes aplicar un poco de pintura blanca (o del mismo color que el aplique) para disimular el arreglo. ¡Perfecto!
Tiempo de secado: Aproximadamente 2-4 horas.
Herramientas: Espátula y/o llana, lija.
Materiales: Aguaplast Standard.