Antes de realizar cualquier tipo de acabado sobre una superficie, es fundamental acondicionarla correctamente para evitar futuros problemas o desperfectos.
A continuación, te indicaremos los aspectos fundamentales en los que basar la preparación de superficies y, por último, podrás ver cómo aplicar lo aprendido en una situación real con nuestro ejemplo práctico.
Variables a considerar en el tratamiento de superficies
1 El tipo de soporte
Dependiendo del material de la pared, necesitaremos usar un tipo de producto u otro. Los soportes más comunes en los hogares son yeso, madera y metal.
- Yeso: Es el material de interior más utilizado debido a su capacidad aislante. Sin embargo, presenta problemas de adherencia y un largo tiempo de secado. En ocasiones, podemos encontrar “yeso muerto”, que es blando y sin resistencia. Para tratar el yeso, se deben usar productos que mejoren la adherencia y eviten estos problemas.
- Madera: Destaca por su belleza natural pero es muy porosa y fácilmente deformable. Debemos escoger productos y pinturas flexibles que se adapten a sus irregularidades, protegiéndola de la humedad y la aparición de hongos.
- Metales: Es crucial asegurar la adherencia de los revestimientos posteriores y evitar la oxidación, que puede crear manchas antiestéticas. Utiliza productos adecuados para estos fines.
2 El tipo de revestimiento
Para reparar una superficie con grietas, golpes o desconchones, es esencial considerar el material que recubre la pared.
- Pinturas: Pueden ser al temple (porosas y absorbentes de agua) o plásticas (repelen el agua y son más difíciles de eliminar).
- Esmaltes y barnices: Contienen mucha resina, por lo que se necesitan productos químicos especiales para trabajarlos.
- Papeles y moquetas: Los revestimientos como papeles vinílicos o telas deben ser eliminados, incluyendo la capa de cola.
- Cerámica o azulejos: Tienen baja adherencia, por lo que se requieren productos específicos para este tipo de superficies.
3 Estado del soporte y del revestimiento
Una vez identificada la superficie a tratar, debemos detectar las imperfecciones para actuar sobre ellas. Los problemas más comunes incluyen grietas, agujeros, desconchones, fisuras, moho, hongos y humedades. Identificar estos problemas es el primer paso para aplicar el tratamiento adecuado.
4 Recubrimiento posterior
Al recubrir la superficie, selecciona el producto más adecuado según tus gustos y necesidades: crear un acabado de gotelé, restaurar un estuco, aplicar una pintura o empapelar la pared.
Ejemplo práctico: Restaurar una pared agrietada
1) Identificación del soporte: Determina el tipo de soporte de la pared para elegir el producto adecuado.
2) Limpieza: Limpia bien la superficie, asegurándote de que esté libre de polvo.
Aplicación del plaste: Usa un plaste o masilla adecuada, como Aguaplast Fibra para grietas dinámicas o Aguaplast Standard para grietas estáticas.
3) Secado: Deja secar el plaste y, si es necesario, aplica una segunda mano para igualar la pared.
4) Recubrimiento final: Recubre la superficie con pinturas, esmaltes o estucados según tus preferencias.
Siguiendo estos pasos, podrás asegurar que el tratamiento de superficies sea efectivo y duradero, evitando problemas futuros y logrando un acabado profesional; aunque, si tienes duda sobre qué Aguaplast elegir, en el siguiente vídeo te detallamos el producto que tienes que utilizar en cada caso.