Es común que, con el paso del tiempo, las baldosas del interior de la piscina se desprendan dejando al descubierto el antiestético cemento gris del fondo. Hoy te proponemos que te pongas manos a la obra para arreglarlo: veras cómo es más sencillo y, sobre todo, más económico de lo que parece. ¡Empecemos!
01 Vacía la piscina
Vacía la piscina si estuviera llena y espera a que las paredes de la misma se sequen para poder trabajar sobre ellas.
02 Prepara la masilla
En ese caso aplicaremos un producto especial para esta labor, como Aguaplast Impermeabilización. Para ello mezcla 1 kilo del producto con un cuarto de litro de agua (250 ml) hasta que obtengas la masilla.
03 Aplica la masilla
Aplica una capa de Aguaplast Impermeabilización (3-5 mm) sobre la zona en la que se encontraba el azulejo. A continuación colócalo de nuevo presionándolo en la posición correcta con el dedo.Si la zona a reparar es amplia, se han roto varios azulejos, o se trata de baldosas grandes (con el mosaico dibujado), antes de empezar deberás desprender los restos de material con un cincel y un martillo. Observarás que es más sencillo de lo que parece si golpeas primero la parte superior.
04 Rejuntea
Una vez colocado el azulejo, deberás rellenar las juntas. Para ello, te recomendamos hacerlo con el mismo Aguaplast Impermeabilización si quieres que el color de la junta sea gris, y con el producto “Juntas Blancas Impermeables” si deseas dejar las juntas blancas. Aplica el producto sobre las juntas de los azulejos, sin miedo a que se “manche” el azulejo. Tras esperar 20 minutos, pasa un paño con agua para eliminar los restos de producto.
¡Ya lo tienes! Una piscina como nueva para disfrutar del verano.