A veces, queremos darle un nuevo aspecto a nuestro hogar pero no nos atrevemos a sumergirnos en grandes reformas. Hoy te traemos uno de esos tutoriales que podrás llevar a cabo en una tarde y sin necesidad de utilizar multitud de herramientas y materiales: ¡pintar un friso!
Antes de empezar, te recomendamos que escojas el tono que vas a emplear. Si te decides por un estilo juvenil, ideal para la habitación de los más pequeños, prueba a utilizar colores vivos como verde, azul celeste o rosa. También puedes completar el friso con una cenefa original, pegándola en la parte superior de la zona pintada una vez que esté seca.
Si prefieres un aspecto más sobrio, prueba a utilizar un color oscuro como el marrón chocolate o el negro ónix. Así, contrastaremos el friso con la zona blanca superior de la pared creando una sensación de mayor altura visual, por lo que resulta ideal para pisos pequeños.
Así mismo, también puedes añadir un friso a tu cocina o baño pintando los azulejos, tal y como vimos aquí. ¿Por qué no pruebas a combinar la parte inferior de la pared con otros elementos como jaboneras, jarrones o toallas? Una franja de azulejos de color amarillo o azul marino puede dar un aire refrescante a este espacio. ¡Hay muchas combinaciones!
Para poder realizar este proyecto tan solo necesitarás una pintura adherente especial y una brocha para aplicarla, además de cinta de carrocero. Si quieres comenzar a darle ese toque especial a tu casa, tan solo has de seguir los siguientes pasos:
01 Enmascara lo que no quieras pintar
Rodea los apliques de la pared con cinta de carrocero para evitar que se manchen. Posteriormente, con la ayuda de un metro, marca con un lápiz la altura a la que deseas crear el friso. Te recomendamos que siempre sea inferior a tu altura, ya que así evitarás el cansancio visual.
Une las alturas con cinta de carrocero, procurando que permanezca siempre recta. Nuestro truco es que marques la altura en las dos partes opuestas de la pared y unas ambos puntos con un hilo o cuerda tensado, procurando que quede lo más recto posible. Coloca la cinta paralelamente.
02 Aplica la pintura
Aplica una pintura adherente que se aferre correctamente sobre la superficie. Nosotros usaremos Todo Terreno, ya que permite un buen agarre tanto en paredes de difícil adherencia como en azulejos.
Te recomendamos que apliques dos capas para garantizar que recubra totalmente la pared.
03 Aplica más manos
Espera a que la aplicación se seque (alrededor de 4-6 horas). Recuerda que, puesto que se trata de una pintura puente (que sirve de unión entre la pared y otra clase de pintura), puedes dejarla con el color de Todo Terreno o pintar encima con otra pintura.
¡Utiliza el color que más te guste y dale a tu casa una personalidad única!