En ocasiones, debido al paso del tiempo o a la existencia de desniveles, los zócalos de nuestra casa pueden despegarse del suelo o de la pared dejando un hueco. Además de facilitar que el zócalo se separe por completo, este desperfecto puede causar filtraciones de agua al fregar. Repararlo es mucho más sencillo de lo que crees, tan solo has de seguir estos pasos.
01 Aplica el producto
Aplica la masilla. Necesitarás un producto flexible, que no se quiebre con los movimientos típicos de la madera y que se adapte a todos los recovecos del rodapié. También es conveniente que tenga un color parecido al del zócalo.
Por ello te aconsejamos utilizar Aguaplast Madera, ya que se adapta a todos nuestros requisitos. Escoge en tu centro de bricolaje o ferretería el tono de masilla que más se parezca al de tu rodapié. Aguaplast Madera está disponible en 10 colores: Caoba, cerezo, haya, negro wengé, neutro, nogal claro, nogal oscuro, pino, roble y sapeli.
Cuando vayas a aplicarla, amasa el tubo antes de abrirlo. Aplica Aguaplast sobre la junta a rellenar directamente de la boquilla, extendiendo el producto sobre el hueco. Posteriormente puedes utilizar una espátula para extender y alisar la masilla, de forma que penetre en todos los huecos. Si la zona es de difícil acceso (como la unión entre el rodapié y el suelo o una esquina), puedes utilizar el dedo alisando la masilla con él. Una vez usado, recuerda expulsar el aire del tubo para facilitar que se mantenga en buenas condiciones.
02 Retira el sobrante
Con la ayuda de un paño húmedo, limpia inmediatamente las zonas que muestren restos de producto. Una vez hecho esto dejaremos secar el material entre una y cuatro horas, dependiendo de la humedad ambiente y espesor.
Si la masilla muestra alguna imperfección recuerda que es de fácil lijado, por lo que pasándole un papel de lija por encima podemos eliminar fácilmente el desperfecto. También puedes seguir estos mismos pasos para rellenar los huecos que se crean en el parqué. ¡Ya está! De esta forma evitaremos un desperfecto mayor mientras embellecemos los zócalos y el suelo de nuestra casa.