A la hora de poner a punto nuestra piscina, podemos darnos cuenta de la existencia de desperfectos como grietas, roturas o desprendimientos de los bordes en los accesos y anclajes de escalerillas u otros elementos.
No te preocupes porque arreglarlos es más sencillo (y barato) de lo que piensas. ¡Manos a la obra!
- Paso 1: antes de empezar, limpia con un paño y seca la zona a reparar para garantizar una adherencia adecuada.
Si se trata de una grieta, es conveniente que la abras con una espátula para garantizar que la masilla penetre dentro de ella y la selle correctamente.
Si la superficie sobre la que vamos a realizar la reparación es muy absorbente, como en el caso de los bordillos de hormigón o piedra, puedes humedecer la zona para aplicar mejor o más fácilmente el producto.
Usaremos un producto específicamente diseñado para estas superficies, como Aguaplast Piscinas. Para este tipo de plaste en polvo es necesario que añadas a cada kilo de producto un cuarto de litro de agua. Puedes adaptar esta medida a tus necesidades, según los requerimientos que tengas a la hora de reparar la piscina.
- Paso 2: a continuación, aplica con la ayuda de una espátula la masilla sobre los desperfectos, desplazándola sobre la superficie e intentando que la parte superior quede lo más lisa posible. Si se crean surcos, aplica más material y vuelve a realizar el mismo proceso.
Si el arreglo no ha quedado totalmente liso y muestra irregularidades o relieves, puedes lijar fácilmente encima una vez seco.
- Paso 3: recuerda que, una vez seca la masilla, puedes igualar el color de la zona aplicando una pintura protectora.
Tu piscina ya está como nueva en 3 sencillos pasos. Si para dejarla totalmente perfecta quieres reparar los azulejos de la piscina, no te pierdas nuestro otro tutorial.
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