Uno de los problemas más comunes es la filtración de ruido desde el exterior de la casa (como la calle o las viviendas adyacentes) a causa de la utilización de materiales poco aislantes.
Otro inconveniente suele ser la reverberación del sonido, debido al tamaño reducido de una habitación o a los materiales poco absorbentes de sus superficies. Por ello, es bastante común en cocinas, baños y dormitorios.
Para ayudarte a insonorizar tu habitación dispones de masillas y pinturas especiales con las que recubrir tu pared. Esto te ayudará a mejorar la acústica de la habitación en las paredes en la que apliques estos productos.
01 Masilla
Si te decides por una masilla te recomendamos utilizar Aguaplast Anticondensación, ya que está diseñada como aislante acústico. Tan solo protege los apliques y rodapiés de la pared con cinta y plásticos, elimina el polvo y la suciedad de la pared y procede a aplicarla sobre el muro.
Para preparar la mezcla, debes añadir un kilo de polvo por cada medio litro de agua, hasta lograr una masilla esponjosa que se pueda aplicar sobre la pared fácilmente deslizando la llana.
Tras aplicar al menos dos capas, con un espesor mínimo de 5mm, y esperar a su secado, lija las irregularidades de la pared. De esta manera podrás dejarla totalmente lisa.
02 Pintar
Si optas por una pintura, te recomendamos entonces Lisomat Anticondensación. Al igual que la masilla anterior, reduce la reverberación de las habitaciones.
Al igual que con cualquier otra pintura, recuerda proteger las zonas delicadas de la pared y pinta alrededor de los detalles con brocha. Posteriormente utiliza un rodillo para cubrir totalmente la pared.
No te olvides de dar varias manos de pintura para garantizar el espesor necesario y la cubrición total de la superficie.
Así, de cualquiera de las dos formas, hemos conseguido reducir el eco y la reverberación de las habitaciones de nuestra casa, de forma sencilla. ¡Anímate a probarlo!