Hoy en día, las paredes decoradas con piedra han logrado un especial interés. La textura de estos materiales y la irregularidad de sus formas y colores permiten dotar a una pared de una personalidad interesante y propia.
Existe una forma muy sencilla de colocar este tipo de piedra decorativa: utilizar azulejos y baldosas con motivos empedrados, mucho más fácil que colocar las piedras una a una. Además, la parte trasera del azulejo es totalmente lisa, por lo que el agarre a la pared será mucho más fácil.
Para el baño, puedes utilizar piedras de color caliza y beige para proporcionarle cierto aire acogedor. Otra alternativa que queda muy bien en estas zonas son las piedras de color negro y oscuro, ya que crearán un bonito juego de luces y sombras.
Por otro lado, también puedes aplicar estos curiosos azulejos en una sola pared para resaltar únicamente una zona de la habitación (como una chimenea o debajo de los armarios de la cocina). Si lo prefieres, crea un friso en la parte inferior para proporcionar una mayor altura visual.
Elijas el tipo de elemento decorativo que elijas, los pasos que has de seguir son bien simples:
- Paso 1: deja la pared sobre la que vas a fijar las baldosas totalmente lisa y libre de polvo y suciedad. Así facilitaremos la adherencia de los azulejos.
Recuerda que si la pared tiene algún desperfecto o agujero, necesitarás cubrirlo con Aguaplast. Echa un vistazo a cómo lo hemos hecho antes.
- Paso 2: aplica un producto para fijar los azulejos. En nuestro caso utilizaremos Cemento Cola en Pasta o Cemento Cola Extra, diseñados para estas labores.
Tan solo añade cierta cantidad de producto a una llana y distribuye la mezcla por la pared. Puedes aplicarlo también sobre la parte de atrás de las baldosas.
Presiona colocando correctamente el primer azulejo. Te aconsejamos que empieces colocándolos contra la esquina y empezando desde abajo hacia arriba.
Completa la pared y espera a que la mezcla se haya secado. ¡Listo! Ya le has dado ese toque original a una habitación.