La decoración de las habitaciones de los más pequeños de la casa es un tema al que debemos prestar bastante atención, ya que pasarán su infancia en este cuarto. Hacer los deberes, jugar o desplegar su creatividad son sólo algunas de las cosas que harán entre estas cuatro paredes. ¡Anímate a crear un espacio único para ellos!
Estas habitaciones suelen caracterizarse por su gran colorido, que sin duda impulsará la imaginación de los más peques. Una buena idea consiste en pintar una de las paredes de un color vivo como azul celeste, verde vibrante o morado, mientras dejamos el resto de color blanco o crema. Así evitaremos saturar demasiado el espacio.
También podemos aplicar colores pastel para añadir notas de color sin provocar cansancio visual, como ocurre en el caso de los colores demasiado vivos. Es aquí donde entra en juego el rosa plomizo, el amarillo trigo o el azul grisáceo. Puesto que son tonos suaves, podremos aplicarlos sobre todas las paredes del cuarto. Además, si utilizamos estos colores no necesitaremos cambiarlos cuando los peques crezcan, ya que resultan bastante neutros.
Recuerda que las paredes de los cuartos infantiles sufren multitud de manchas. Las más comunes son las de zapato, rotuladores, pintura y comida. Camúflalas y evita que se transparenten aplicando dos o más capas de una pintura especial para manchas, como Isolfix.
Así mismo, conviene colocar elementos que combinen con los colores que hemos escogido. Las cortinas, la silla, el escritorio o incluso el mueble de la cama juegan un papel fundamental para darle sentido a la estancia. Si utilizamos colores cálidos, podemos usar maderas claras en el mobiliario. También podemos combinar los colores vivos con muebles del mismo color o de tonos compatibles. Si no encuentras el color perfecto o simplemente quieres reutilizar uno de tus muebles, puedes darle tú mismo una mano de pintura siguiendo nuestro anterior tutorial sobre el tema.
Prueba también a colocar cenefas divertidas o plantillas de dibujos en la pared. Completa la decoración con una lámpara adecuada al aspecto de la estancia. Incluso puedes colocar guirnaldas de luces a lo largo de la pared o colgando de una estantería, lo que sin duda le dará un aspecto de cuento de hadas a la habitación.
Por último, protege el suelo con una alfombra de un color o forma diferente, divertida y que resalte. ¡Listo!
