Las habitaciones infantiles deben adaptarse a diferentes necesidades en un periodo de tiempo bastante corto. El mobiliario debería estar relacionado con la edad, por lo que las unidades de almacenamiento deben modificarse. La ubicación ideal del dormitorio debería estar entre la sala de estar y el dormitorio principal, ya que hasta los cuatro años, hay que vigilar frecuentemente a los niños. La seguridad es muy importante por lo que hay que estar pendiente de las escaleras y ventanas. También hay que procurar colocar paredes lavables y materiales de suelo fáciles de limpiar.
Los recién nacidos, no precisan mucho espacio y se puede usar un capazo con asas que puedas mover de un lado a otro de la casa fácilmente. A partir de los tres o seis meses ya necesitará una cuna. A estas edades lo usual es que duerma en el mismo dormitorio que los padres o en una habitación cercana, con la puerta abierta.
Cuando comience a mostrar interés por las cosas o empiece a gatear, ya podrás trasladarlo a una habitación propia. Normalmente se despiertan a las mismas horas en las que estaban acostumbrados a la toma, pero si no ven a nadie en la habitación se volverán a dormir.
El mobiliario que necesitaréis para esta edad será una cuna. Puedes comprarla convertible en cama para que luego puedas darle una mayor utilidad. Un interfono es muy conveniente, te será de lo más útil para escuchar su respiración o los llantos, así evitará muchos paseos al dormitorio para ver si está todo bien. También necesitarás andadores, balancines, un parque y una silla en la que pueda comer, asegurándote que no tenga brazos para que no le moleste.
Para los niños de tres a diez años, es muy importante que encuentren su habitación muy atractiva puesto que pasarán horas haciendo los deberes o jugando en ella. Si quieres evitar que pinten todas las paredes de la casa, podéis poner una pared con pintura de pizarra o lavable y acostumbrarles a que solo pueden pintar ahí. Si decidís poner papel pintado, aseguraos de que sea muy resistente y que esté bien pegado en las uniones, para que no lo despeguen. Con el tiempo puedes comprar otros tipos de papel pintado por si hay algún desperfecto o el estilo de la habitación del niño ya no se adapta a su edad. Si queréis que os quede perfecto el papel podéis consultar cómo hacerlo aquí.
Sobre el mobiliario, lo ideal es que sea graduable, así a medida que va creciendo lo podéis adaptar. Hay camas que guardan otra debajo y son ideales para que puedan quedarse a dormir sus amigos, sería conveniente invertir en una buena cama ya que es la única que permanecerá durante más tiempo en la habitación. El almacenamiento es importantísimo, aseguraos que el mobiliario que adquiráis dispongan de cajones bajos para que sean accesibles a los niños y así acostumbrarles a guardar sus propias cosas.
La superficie de los suelos tiene que ser lisa y lavable. Los niños son bastante inquietos y suelen manchar mucho por lo que es muy recomendable un fácil mantenimiento de los materiales del cuarto. También tienen que ser relativamente flexibles y confortables ya que pasan la mayor parte del tiempo en el suelo jugando.
La iluminación ha de ser viva para evitar que fuercen la vista durante sus horas de juego o estudio. Si quieres, puedes instalar un regulador de intensidad para dar una iluminación tenue a la hora de ir a dormir.
Francisco Silván – Arquitecto de interior