Descubrir una mancha de humedad en la pared es una de esas cosas capaces de amargarle a uno el día. ¿Será una filtración? ¿Será un tema de condensación? ¡Por favor, que no sea una humedad por capilaridad! Nosotros te damos unas cuantas pistas para que efectúes el diagnóstico correcto.
01 Filtración
Las filtraciones suelen darse por cuando alguna tubería tiene un escape, cuando un grifo (de fontanería) gotea, o cuando el encuentro entre el plato de ducha y la pared no está bien sellado, por ejemplo. A menudo se manifiesta en forma de burbujas en la pintura, cuando la pared detrás de ella ya está completamente empapada. No es raro que la humedad siga la misma línea que la tubería dañada o que la junta de la ducha, lo cual ya puede darnos una pista de qué está ocurriendo. Una característica de las filtraciones es que estas se pueden producir a cualquier altura (basta con que haya una instalación), lo cual las diferencia de la humedad por capilaridad.
02 Capilaridad
La gran pesadilla en cuestión de humedades. Una humedad por capilaridad se produce cuando los cimientos no están bien aislados y absorben la humedad, igual que un azucarillo absorbe el café. Es decir, que la humedad sube por los muros. Es especialmente grave, porque una obra de aislamiento de los cimientos no es poca cosa.
Las humedades por capilaridad se producen, por lo tanto, a ras de suelo, y de abajo arriba, lo cual ya puede ser una pista para distinguirlas de las filtraciones. Además, aparte del abombamiento característico de la pintura, la humedad capilar produce eflorescencias, que son unas manchas blancas que se producen por la cristalización de las sales solubles presentes en los materiales. No es que sean exclusivas de este tipo de humedad, pero sí mucho más habituales.
03 Condensación
La condensación se produce por la diferencia de temperatura entre la superficie de la pared —que si está mal aislada será baja— y el aire interior de la casa. Igual que ocurre con las ventanillas de un coche, esta diferencia de temperatura condensa la humedad ambiental en el punto de encuentro, dando lugar a pequeñas perlas de vapor que se adhieren a la pared. La condensación también es muy habitual cerca de puentes térmicos, como ventanas o cajas de persiana. A la larga, este tipo de humedad suele dar lugar a la aparición de mohos. Esa es la señal más visible de que estamos ante un problema de condensación.
Para confirmar que es así, puedes aplicar este pequeño truco: Hazte con un trozo de plástico cuadrado de unos veinte centímetros por cada lado. Valdrá con que lo recortes de una bolsa de la compra o de congelados, por ejemplo. A continuación pégalo con cinta adhesiva sobre la superficie en la que ha aparecido la humedad y déjalo ahí durante 24 horas.
Si, cuando vayas a retirarlo ves que la humedad está concentrada en forma de pequeñas gotas sobre la superficie exterior, sabremos que la humedad se debe a la condensación; si, por el contrario, la humedad se encuentra atrapada entre la pared y el plástico, es que estamos ante una filtración.
Si has detectado que tus problemas de humedad provienen, efectivamente, de la condensación, aquí te dejamos un vídeo sobre cómo combatirla.