En este blog ya hemos hablado anteriormente de humedades, tanto de filtraciones, como de problemas de condensación. Así pues, era inevitable que algún día completásemos el ciclo hablando también del otro gran tipo de humedad: la humedad por capilaridad. De hecho, si no hemos tratado el tema hasta ahora es porque las humedades por capilaridad son un problema que escapa con mucho a las habilidades de cualquier bricolador. Tanto es así que, si alguna vez tenéis la desgracia de sufrir un problema de este tipo, lo único que podemos recomendaros es que os pongáis en manos de un profesional.
Lo que sí podemos ofreceros, en cambio, es un poco de información para que sepáis en qué consisten y cuáles son las causas que provocan las humedades por capilaridad.
¿Qué es la humedad por capilaridad?
Las humedades por capilaridad aparecen cuando un muro absorbe la humedad contenida en el terreno situado inmediatamente debajo. El agua asciende por la pared como lo haría en un terrón de azúcar, siempre en busca de una salida que permita su evaporación. Es por eso que las señales visibles de este problema no aparecen necesariamente donde se produce el contacto, sino algo más arriba, en el punto en el que la humedad aflora.
Las causas
El origen de una humedad por capilaridad puede encontrarse en el contacto de los muros con el nivel freático, en la saturación de agua de lluvia, o simplemente, en la rotura de una instalación.
En cualquier caso, la edad de un edificio no es determinante; las humedades por capilaridad pueden aparecer tanto en edificios antiguos como nuevos. La clave está en el aislamiento y la impermeabilización de los cimientos y de cualquier otra parte de la estructura en contacto con el terreno.
Los efectos
Las primeras señales de una humedad por capilaridad suelen aparecer en forma de manchas en la parte baja de las paredes, que derivan en la aparición de mohos. A continuación se presentan las eflorescencias, unas manchas blancas que se producen por la cristalización de las sales presentes en el agua, al evaporarse esta. Las eflorescencias son muy perjudiciales para la pared y pueden llegar a comprometer seriamente su integridad si no se soluciona el problema.
La solución
Como hemos dicho al principio, solucionar un problema de humedad por capilaridad no está al alcance de un bricolador aficionado. Se trata de un problema serio que requiere la intervención de estudios de arquitectura o ingeniería. En cualquier caso, suele tratarse de trabajos que buscan aislar la estructura del terreno, siempre que eso sea posible.
Pues bien, ahora sí, ya hemos hablado de todos los tipos de humedad que pueden darse en una casa. ¡Esperamos que nunca tengáis que hacer uso de estos conocimientos!