Cada vez es más habitual construir paredes intermedias o tabiques de aislamiento con yeso laminado. Sus ventajas sobre el clásico ladrillo no son pocas: es más limpio, es más barato, … y lo podéis hacer vosotros mismos si sois un poco manitas.
Hoy os vamos a enseñar a lucir una pared de yeso laminado como auténticos profesionales. Pero, antes de empezar, hablemos un poco sobre el material que vamos a necesitar.
Pasta para juntas
Existen varios tipos de pasta para juntas. Se puede escoger entre pastas que tú mismo tendrás que mezclar con agua, o listas al uso. Las primeras, que son las más empleadas por profesionales, secan muy rápido, lo que les permite dar dos o tres tendidos en poco tiempo.
Sin embargo, si es la primera vez que luces una pared, nosotros te recomendamos que utilices una pasta lista al uso, como la Ready Joint 24h de Beissier. Si te gustan más los plastes en polvo, puedes utilizar la Easy Joint 24h, con la que podrás trabajar la mezcla hasta 24 horas, tiempo suficiente para practicar hasta cogerle el punto.
Cintas para juntas
La unión entre las placas de yeso laminado se realiza colocando una cinta a todo lo largo de toda la junta. De esta forma se evita que la pared se agriete en el futuro debido a golpes o vibraciones.
Sin embargo, no todas las juntas son iguales. Para las uniones entre placas en un mismo plano, así como para las uniones entre estas y el techo o las paredes, se utiliza una cinta de papel microperforada. Esta cinta es conocida, sencillamente, como cinta o venda para juntas.
En cambio, para las uniones en esquina se utiliza una cinta reforzada con dos pletinas de metal, conocida como guardavivos. Las tiras metálicas sirven para proteger las esquinas de futuros golpes.
Ahora que ya conocemos el material, es hora de empezar con el trabajo.
01 Tapa los despefectos
Manipular grandes planchas de yeso laminado no es fácil. Es normal que algunas placas sufran golpes durante el trasporte o el trabajo, pero descartarlas nos encarecería mucho la reforma. Así pues, con las placas ya colocadas, es el momento de arreglar todos esos desperfectos.
Es una operación muy sencilla. Consiste, básicamente, en tapar cualquier orificio con pasta de agarre o, por comodidad, con la misma pasta para juntas. El objetivo es rebajar cualquier protuberancia con el cúter o la espátula. No es necesario que quede bonito, el objetivo es que todo quede al ras.
02 Tapa los tornillos
Empezamos con el enmasillado más sencillo: tapar las cabezas de los tornillos que unen las placas con las guías. Para ello comenzamos pasando la espátula limpia sobre cada tornillo; de este modo detectaremos cualquier tornillo que sobresalga. Todas las cabezas deben quedar ligeramente por debajo de la superficie de las placas.
A continuación, aplicamos la pasta cargando muy poco la espátula. Es útil utilizar dos espátulas para ir controlando la carga que queremos aplicar. Haremos dos pasadas perpendiculares. De momento no debemos preocuparnos por que la pasta quede al ras de las planchas, eso lo conseguiremos más adelante con el lijado.
03 Aplica las cintas
Mientras montabas la pared, seguro que te has fijado en que los lados de las placas de yeso laminado están biseladas. Este rebaje sirve para que la pasta de juntas no rebose, de manera que cuando acabemos no se note la unión entre ellas. Sin embargo, también es posible que te encuentres con una “junta mala”; estas se producen cuando hemos utilizado un recorte, con lo que se encuentran dos placas sin bisel. La manera de proceder es igual en ambos casos, pero hay que ser más cuidadoso con las “juntas malas”.
Para colocar la venda, comenzamos aplicando pasta a lo largo de toda la junta. Después, cortamos un trozo de cinta del tamaño necesario y la pegamos con la mano sobre dicha pasta. A continuación, presionando sobre uno de los extremos para evitar que la cinta se mueva, pasamos la espátula a todo lo largo. De ese modo la venda queda bien pegada con la pasta que hay debajo. Por último retiramos con la espátula la pasta sobrante que se habrá escurrido por los bordes de la cinta.
En este primer paso, dejaremos que la pasta seque; más adelante, con el primer tendido, taparemos la venda.
Para las uniones en ángulo, es decir, donde se unen las placas con el techo o con otras paredes, procederemos exactamente igual. Y lo mismo vale para el guardavivos. En este caso sólo debes recordar que las pletinas de metal deben colocarse en contacto con la pared.
04 Primer tendido
El primer tendido consiste en ir tapando las cintas con pasta. Es ahora cuando empezamos a rellenar los huecos dejados por los biseles. Para este primer tendido resulta muy útil una espátula más ancha de lo habitual.
05 Lijado
Una vez que el primer tendido está seco, debemos lijar sobre todos aquellos lugares en los que hayamos aplicado pasta. Para ello nos podemos valer de un taco de lija o de una lijadora orbital, pero miraremos que la lija sea fina (nº180).
Los pasos 4 y 5 se pueden repetir cuantas veces creamos oportuno, dando un segundo y tercer tendido. Con cada tendido iremos haciendo que la pasta que tapa las juntas coja más y más anchura, consiguiendo así un lucido mejor.
El último lijado debe ser especialmente cuidadoso pues, ahora sí, debería quedar todo (tornillos, juntas, esquinas…) al mismo nivel.
Con el último lijado, ya tenemos la pared completamente lucida. Ahora sólo queda imprimar y pintar. Te recomendamos, eso sí, que utilices una imprimación específica para yeso laminado, como Primplaca de Beissier.
En cuanto a la pintura, pintar una pared de yeso laminado no difiere en nada de pintar cualquier otro tipo de pared, excepto por el hecho de que, si lo has hecho bien, te sentirás doblemente orgulloso.