Últimamente hemos hablado bastante de bricolaje con muebles de madera antiguos. Vimos, por ejemplo, cómo podíamos envejecerlos, o cómo decorarlos con diseños geométricos del color que más nos guste . Y, como siempre que trabajamos con madera, en ambas ocasiones os recomendamos terminar aplicando un buen barniz. Por eso creemos que ha llegado el momento de dedicar unas palabras a los barnices.
Es sabido que la función de los barnices es la de proteger y dar un buen acabado al mueble sobre el que los apliquemos. Por eso hay casi tantos tipos de barniz como clases de madera o de muebles puedan existir. Algunos han sido desarrollados para funciones muy concretas y otros son de uso general. Por eso, si tuviéramos que hacer una gran clasificación de barnices, sin duda comenzaríamos distinguiendo entre aquellos de origen natural y los artificiales.
01 Goma Laca
Muy empleado en la restauración de muebles, la Goma Laca no es, técnicamente un barniz, sino un producot que se obtiene de la mezcla de de una resina que es segregada por un insecto que habita en el sudeste asiático, con un disolvente que suele ser simple alcohol. Su uso viene avalado por unos tres mil años de utilización, que es bastante más de lo que puede atestiguar ningún otro barniz.
Su uso está especialmente aconsejado en muebles de interior y ofrece una buena protección y un acabado muy bonito. La Goma Laca no puede faltar en la estantería de ningún buen restaurador de muebles.
02 Barniz sintético
Las primeras resinas sintéticas que produjo la industria fueron las resinas alquídicas, por eso, los barnices que incorporan este tipo de resina son conocidos tanto por el nombre genérico de “barniz sintético” como por el de “barniz alquídico”.
Los barnices alquídicos tienen una gran resistencia a los rayos UV y a la humedad, y por eso son muy aconsejables para su uso en muebles de exterior, puertas, ventanas y contraventanas de madera.
03 Barniz de poliuretano
Las gran ventaja que aporta el poliuretano es la de la resistencia. Los barnices poliuretánicos soportan muy bien la fricción, la abrasión y las manchas, por lo que son muy útiles para su uso en interior sobre superficies que vayan a “sufrir”. Si hablamos de tarimas de madera o tableros de mesa, por ejemplo, el barniz de poliuretano es lo que necesitamos.
04 Barniz nitrocelulósico
Bajo este rimbombante nombre encontramos un barniz muy delicado que se utiliza sobre piezas de artesanía e instrumentos. Su aspecto y tacto son muy bonitos, pero se trata de un producto delicado que tiende a ablandarse con el calor y que amarillea con la luz solar. Se trata, por tanto, de un producto pensado para productos de interior delicados.
05 Barniz acrílico
El barniz acrílico soporta muy bien el paso del tiempo, lo cual es una gran ventaja. Al no amarillear y poder incorporar distintos disolventes, resulta muy versátil. Puede utilizarse como barniz, como sellador o como protector de pinturas.
Estos son los tipos de barniz más utilizados y a cada cual le corresponde escoger el indicado en cada caso. Por supuesto, existen otros productos como el Lasur o los aceites que, sin ser barnices, brindan protección y aportan sus propias virtudes. ¡Tal vez hablemos de ellos algún día!