La mayor parte de las reparaciones que requiere una vivienda consisten en retocar pequeños desperfectos. Es un trabajo de mantenimiento, pequeños golpes y arañazos que no llaman mucho la atención, por lo que a menudo acumulamos tareas antes de decidirnos, por fin, a emprender el trabajo.
Por suerte, para este tipo de reparaciones contamos con un producto tan fácil de usar que, una vez que nos ponemos manos a la obra no podemos dejar de preguntarnos por qué hemos tardado tanto. Hablamos, cómo no, de Aguaplast Pluma.
Hace poco, los chicos de Bricomanía nos mostraban cómo usar Aguaplast Pluma en distintos casos.
Y ahora, vayamos paso a paso.
01 Aplicación con el dedo
En el caso de las jambas y zócalos separados se trata de cubrir una zona en un ángulo de 90º y que, además, implica dos materiales diferentes: por un lado la pared, y por otro el zócalo o la jamba (que suelen ser de madera o MDF). En este caso, la mejor herramienta para aplicar el Aguaplast Pluma es… ¡el dedo!
Comenzaremos rellenando la grieta con Aguaplast Pluma, sin preocuparnos de que rebose. Presionaremos con el dedo para que la masilla penetre bien en la junta. A continuación, pasaremos el dedo a lo largo de toda la junta para retirar la masilla sobrante.
¡Listo! Ahora sólo tienes que dejar secar la masilla.
02 Aplicación con espátula
Aguaplast Pluma es igualmente válido para pequeños golpes en las paredes o agujeros de escarpias retiradas. Sin embargo, en este caso la mejor forma de aplicarlo es mediante espátula. De esta forma nos aseguraremos que la masilla queda al ras del resto de la pared. Al contrario que cuando aplicábamos la masilla con el dedo, si vamos a reparar un desperfecto cerca de algún material que no nos interese manchar, lo más fácil es precintarlo con cinta de carrocero.
Comenzamos rellenando el orificio con Aguaplast Pluma y después pasamos la espátula hasta que el producto quede perfectamente al ras de la pared. Después, una vez que la masilla haya secado (24 horas), lijaremos bien la zona para conseguir un acabado lo más fino posible. Por último, aplicaremos un poco de pintura ¡y listo!
Como véis, desde que existe Aguaplast Pluma no hay excusa para dejar esas pequeñas reparaciones para “más adelante”.