Si hay un elemento que dota de personalidad a un baño, ese es sin duda el alicatado; por eso, cuando es evidente que los azulejos de nuestro aseo han conocido tiempos mejores, es hora de ponernos a la obra para renovar su aspecto.
La buena noticia es que hoy en día no es necesario hacer una gran reforma, con las molestias que habitualmente conllevan. Nosotros mismos podemos realicatar sobre nuestros antiguos azulejos y dar a nuestro baño una nueva vida.
01 Preparar la superficie
Comenzaremos retirando muebles, apliques de baño e incluso, si es posible, la mampara de la ducha. Después, limpiaremos enérgicamente la superficie alicatada que pretendemos cubrir.
02 Trazar la línea de comienzo
A continuación debemos obtener una línea sobre la que colocar la primera fila de baldosas. Para ello, utilizaremos un listón de madera que situaremos con el nivel a una altura del suelo equivalente a la altura de uno de los azulejos que vayamos a colocar, más la anchura de una cruceta. Podemos pegar dicho listón con silicona temofusible, o con Fija Todo.
El motivo de que comencemos por aquí, y no directamente sobre el suelo, es que a veces el suelo no está perfectamente a nivel, con lo que, si lo tomáramos como referencia, iríamos acumulando un error que después se haría evidente en la unión de la pared con el techo.
03 Aplicar la cola
Para pegar las baldosas vamos a utilizar una pasta que ya viene preparada: Cemento Cola en Pasta de Beisseier. Cargamos la llana dentada con la ayuda de una espátula o un paletín y, aprovechando el lado liso de la herramienta, aplicamos la pasta sobre la primera zona sobre la que vamos a trabajar, es decir, la situada inmediatamente sobre el listón que hemos fijado.
Para empezar, cubriremos una superficie no superior a un metro cuadrado. A continuación daremos la vuelta a la llana y pasaremos su lado dentado sobre la cola, hasta que su superficie presente un aspecto estriado. La cola que va sobrando al pasar la llana dentada la retiraremos con la espátula y la devolveremos al cubo.
04 Fijar los azulejos
Con la superficie encolada, ya podemos comenzar a alicatar. Colocaremos el primer azulejo directamente sobre el listón que hemos fijado, tratando de no tocar la cola con los dedos. Una vez fijada esta primera baldosa, emplazamos una cruceta sobre uno de sus ángulos superiores y otra tumbada sobre el listón. Las crucetas garantizan que las juntas entre baldosas tengan siempre el mismo grosor. Procederemos de la misma manera hasta haber cubierto toda la superficie encolada.
05 Cortar los azulejos
A medida que nos aproximemos a los extremos de la pared, será necesario cortar los azulejos para encajarlos en los huecos restantes. También es posible que así como bajo la primera línea de baldosas que hemos colocado. Para ello, mediremos el hueco a cubrir y le descontaremos el grosor de la cruceta. Si la unión se produce con un paño que ya hemos alicatado, hemos de descontarle el grosor de dos crucetas, pues las baldosas que se encuentran en ángulo recto también deben presentar junta entre sí. Una vez tomadas las medidas, trasladaremos la pieza a la máquina de corte.
06 Cubrir las juntas
Con todo el alicatado colocado y seco (al cabo de 24 horas mínimo) ha llegado el momento de tapar las juntas. Para ello utilizaremos Juntas Blancas Impermeables de Beissier. Añadiremos de 0,2 a 03 litros de agua por kilogramo de producto y amasaremos bien hasta obtener una pasta consistente. Dejaremos reposar esta mezcla durante 3 minutos antes de aplicarla.
A continuación, aplicaremos el producto con una espátula o una llana, preferentemente de goma, siempre en pasadas diagonales sobre la superficie azulejada. Prestaremos mucha atención a que las juntas queden perfectamente cubiertas de pasta.
A continuación, y siempre antes de que el producto haya secado (¡esto es muy importante!), pasaremos un trapo húmedo por toda la superficie embaldosada para retirar el sobrante. Evitaremos pasar el paño en el sentido de las juntas, a fin de no retirar el producto de su interior. Para terminar, pasaremos también un paño seco, con lo que tendremos nuestros azulejos nuevos perfectamente limpios, y a su vez, las juntas cubiertas.
Ya sólo tienes que volver a colocar los muebles, los apliques y la mampara en su sitio y ¡listo!