Hoy vamos a hablar de uno de esos trabajos que, si bien no entra dentro de las tareas habituales de un bricolador aficionado, es interesante conocer de cara a una eventual mejora de nuestra casa a manos de un profesional. Hablamos del hidrofugado de la fachada.
Es importante aclarar que el hidrofugado es un concepto distinto de la impermeabilización. Impermeabilizar una superficie consiste en tapar completamente los poros, con lo cual se evita el paso del agua y la humedad, pero también la difusión del vapor de agua.
El hidrofugado, en cambio, consiste en aplicar una película que modifica la tensión superficial de una superficie, con lo que se impide la absorción capilar del agua y sus contaminantes sin tamponar los poros y, por lo tanto, sin alterar la transpiración del material en el que se aplica. El hidrofugado es especialmente interesante en supeficies de caravista o piedra natural, pues no altera el aspecto de los muros.
Hidrofugar una fachada de piedra o ladrillo caravista es una tarea bastante sencilla, excepto por la más que probable necesidad de instalar un andamio. Por lo demás, el trabajo consta de solamente dos pasos:
01 Limpiar bien la superficie
La superficie que queramos hidrofugar debe estar limpia y, muy importante, completamente seca. El tiempo de secado dependerá del método de limpieza que hayamos empleado. Si hemos utilizado agua a presión, esperaremos al menos tres días. Tres días de buen tiempo, se entiende, pues a nada que llueva un poco será necesario esperar otras 24 horas.
02 Aplicar el líquido hidrorrepelente
Para hidrofugar nuestra fachada vamos a aplicar Prosil de Beissier, un hidrofugante al siloxano que no altera el aspecto del muro, que es transpirable al vapor de agua y que actúa bastante rápido (perlea el agua en menos de 2 horas).
Aplicaremos el Porosil con brocha, rodillo o pistola y seremos bien generosos al hacerlo. Se trata de aplicar a “saturación”, pues la hidrofugación será más efectiva cuanto mayor cantidad de producto pueda absorber el soporte.
En soportes especialmente porosos, como por ejemplo piedra arenisca, aplicaremos una segunda capa cuando haya desaparecido el brillo de la primera.
12 horas después de la aplicación de Porosil, el muro habrá quedado completamente hidrofugado y tendremos una fachada protegida contra los elementos, sin renunciar a su transpirabilidad.