Si no te convencen los vinilos pero te gustaría que tus paredes lucieran ciertos motivos decorativos, hoy te vamos a descubrir un curioso truco con el que cada vez más gente se está animando a decorar su habitación. Se trata de un trabajo tan complicado como uno mismo quiera hacerlo. Ahora bien, si se hace correctamente, el resultado es precioso.
Hablamos de utilizar un pequeño proyector LED como plantilla para dibujar nosotros mismos los motivos que gustemos sobre las paredes. Estos pequeños proyectores, que han bajado mucho de precio en los últimos tiempos (los hay que se conectan al teléfono), se están usando mucho para este tipo de trabajos. La elección del modelo te lo dejamos a ti, igual que la elección de los motivos a dibujar. Nosotros nos limitamos a decirte cuáles son los pasos a seguir:
01 No te compliques demasiado
En este post hablamos de plasmar motivos sencillos. Si quieres que tu pared luzca como un cuadro de Van Gogh, definitivamente este no es el método correcto y, de hecho, ¡no se nos ocurre ninguno! Así que lo dicho, escoge motivos fáciles de plasmar o, por lo menos, que sean acordes con tus cualidades como pintor.
02 Toma referencias
Proyecta el motivo que desees plasmar sobre la pared. En este paso lo más importante es decidir el tamaño y asegurarse de que el dibujo queda recto y en el lugar deseado. Una vez que estés seguro de que es así, toma un lápiz y repasa el contorno del motivo. De esta forma nos aseguraremos de tener una referencia por si el proyector se mueve, algo muy probable, dado que lo vamos a encender y apagar varias veces.
03 Prepara el fondo
Si nuestra pared no es blanca y el motivo que vamos a plasmar no es enteramente negro, es recomendable que apliquemos una mano de pintura blanca de fondo sobre el espacio que vaya a ocupar el motivo. De otra forma el color de la pared puede influir en el tono de los colores que pintemos encima. Isolfix Antimanchas o incluso la pintura Todo Terreno al agua en color blanco pueden servir para este trabajo de preparación previa.
04 Comienza a pintar
Si el motivo que deseas pintar tiene varios colores, asegúrate de empezar por los más claritos y seguir con los oscuros. Cada vez que vayas a pintar una parte, enciende el proyector, céntralo con las referencias, dibuja el contorno de la zona que vayas a pintar con un lápiz, apaga el proyector, y aplica la pintura.
Cuanto más delicado sea el motivo a pintar, menor deberá ser la herramienta que empleemos. No descartes utilizar pinceles de pintor artístico. Si, por el contrario, hablamos de motivos muy básicos con formas rectas, podemos enmascarar el contorno con cinta de carrocero y aplicar la pintura con una paletina.
Deja secar la pintura que hayas aplicado antes de continuar dando las capas más oscuras, y repite el proceso hasta completar el dibujo.