El auge del yeso laminado, que hace unos años apenas se utilizaba, parece hoy imparable. Ya sea para levantar paredes intermedias, trasdosados perimetrales o techos, rara es la obra en la que no se emplea este material hoy en día.
Ahora bien, en contra de lo que se suele ver por ahí, las placas de yeso laminado no son más que el soporte y nunca deberían ser la superficie final a pintar. Es decir, una pared o un techo de yeso laminados también deben ser enlucidos, aunque claro, eso es algo que rara vez se hace… a no ser que se pida específicamente.
El tipo de enlucido explica algunas de las grandes diferencias de precio que podemos encontrar cuando pedimos presupuesto a varios profesionales. Conocerlos, es asegurarse de que no nos dan gato por liebre.
A la hora de enlucir superficies de yeso laminado, distinguimos cuatro niveles de calidad: Q1, Q2, Q3 y Q4. Estas son las diferencias entre cada nivel:
01 Q1
Es el nivel más básico de enlucido. Consiste en tapar con pasta las cabezas de los tornillos y una franja de las juntas que apenas alcanza a cubrir el bisel de las placas. Este tipo de enlucido tan deficiente suele revelar sus defectos a poco que la luz le alcance lateralmente. Las juntas se vuelven entonces perfectamente visibles, y una vez que las ves ¡no podrás dejar de verlas! Jamás deberíamos aceptar este tipo de enlucido por parte de un profesional.
02 Q2
Con el enlucido Q2 las franja de pasta aplicada a las juntas son algo más anchas y sobrepasan el bisel de las mismas. También se cubren mejor las cabezas de los tornillos. No obstante, la perfilería debe estar colocada impecablemente y las placas en linea perfecta, o un Q2 también puede revelar sus defectos.
03 Q3
En este caso las franjas de pasta en las juntas sobrepasan ampliamente el bisel. Si se hace bien y se lija correctamente, apenas deberíamos notar un Q3 al pasar la mano con los ojos cerrados. Este es el nivel mínimo aceptable por parte de un profesional (a no ser que el presupuesto que nos ha pasado sea asombrosamente barato, claro)
04 Q4
Este es el nivel de enlucido perfecto. En él se entiende que las placas de yeso son solo el material que sirve de estructura (como lo son los ladrillos), y que deben lucirse completamente. Se procede entonces igual que con una pared de ladrillo ya enfoscada, luciéndola completamente, de arriba abajo y de lado a lado.
El trabajo de un buen profesional no debería ser nunca inferior a un Q3, pero a menudo se queda en un Q2 por cuestiones de tiempo y de ajuste de presupuestos. Por eso es importante que pidamos que nos especifiquen el nivel de enlucido antes de tomar una decisión.Y es que, en paredes largas y en techos, ¡nos podemos arrepentir muy pronto de haber racaneado demasiado!