Cada vez más a menudo, las paredes intermedias de las viviendas se levantan con tabiques de yeso laminado. Una duda que nos asalta cuando tenemos que decorar una estancia así es hasta qué punto estas paredes podrán soportar el peso de muebles colgantes. Lo mismo nos ocurre con paredes muy antiguas construidas con tabicón y otros materiales ya en desuso. Hoy os traemos un truco que para los profesionales es más bien un recurso de uso habitual, pero que a los bricoladores nos puede venir bien en estos casos: Cómo armar un enlucido con una malla de fibra de vidrio.
Al incorporar una malla de fibra de vidrio justo bajo el enlucido, lo que conseguimos es dotar a la pared de más firmeza y repartir cualquier posible tensión (la de los anclajes de los muebles colgantes, por ejemplo) por toda la superficie de la pared. Es importante añadir que en paredes de yeso laminado la resistencia dependerá, además, del grosor de las placas y de la separación entre los montantes de la estructura. Pero en cualquier caso, una malla de fibra de vidrio siempre añadirá dureza.
01 Limpieza
Como siempre que emprendemos un trabajo nuevo, debemos comenzar limpiando bien la superficie. La zona debe quedar libre de grasas, partes flojas y polvo.
02 Consolidación
Tratándose de conseguir paredes más resistentes, aplicar una primera capa de consolidante es de la mayor importancia. Fixacryl penetra en las primeras capas del material y se endurece, ofreciendo una superficie más resistente y de poro cerrado, lo cual es muy útil par recibir el plaste que vamos a aplicar encima.
03 Colocación de la malla
Para que la malla quede bien sujeta en su lugar, lo primero que debemos hacer es aplicar una primera mano de plaste. Evitaremos los plastes de secado rápido, pues hay que colocar la malla mientras el plaste aún está fresco y un producto de secado rápido nos obligaría a trabajar muy deprisa o a colocar trozos de malla pequeños, lo cual, evidentemente, restaría efectividad al resultado final. En este caso podemos utilizar Aguaplast Renovación
Cubrimos cuanta más superficie podamos con el plaste ayudándonos de una llana y una espátula. Inmediatamente después colocamos la malla encima, bien tirante, y apretamos con la llana sobre ella para que se hunda en la capa de plaste y quede bien adherida. Una vez que tenemos toda la superficie de la pared enmallada (tirante, sin ondulaciones ni zonas despegadas), esperamos a que el plaste seque.
04 Enlucido
Cuando el plaste ya esté completamente seco podremos empezar a aplicar más manos encima, hasta que la malla haya quedado completamente cubierta. La última capa la lijaremos para que quede todo lo lisa posible, ¡y listo! Ya podemos pintar encima.
Con la malla de fibra de vidrio inserta entre las capas del enlucido cualquier tensión puntual que se aplique en una zona del muro se repartirá por toda la superficie de este. Es muy difícil, por ejemplo, que un anclaje salte en un muro enmallado. En cualquier caso, si vais a colgar peso de alguna pared, enmallada o no, recordar que cuantos más anclajes pongáis, más repartidas estarán las tensiones y más segura será la instalación.