Cuando hablamos de calidades de barnizado, el barnizado “tipo piano” está sin duda en lo alto de la escala. Se trata de un acabado extremadamente brillante y muy resistente a los golpes y las rayaduras. Generalmente, para lograr este tipo de barnizado se utiliza maquinaria específica, pero también es posible lograrlo a mano (aunque una lijadora orbital o una pulidora eléctrica serán bienvenidas). Eso sí, se trata de un proceso largo, muy largo; tanto que se puede afirmar que la paciencia es uno de los elementos básicos de este trabajo. Eso sí, te garantizamos que el resultado es espectacular. Comencemos:
01 Preparación de la superficie
Antes de comenzar debemos dejar la superficie a barnizar completamente limpia y suave. Lijaremos todo bien siguiendo la norma de empezar con lijas más gruesas e ir pasando hacia las más finas. Puedes consultar más sobre el lijado aquí. Una vez que hayamos terminado el lijado, limpiaremos bien toda la superficie de polvo.
02 Un poco de química
Para llevar a cabo este trabajo utilizaremos una mezcla a partes iguales de barniz poliuretánico, disolvente y catalizador. Como ya dijimos aquí, el barniz poliuretánico es conocido por su gran resistencia, por lo que es ideal para este trabajo. El disolvente que utilizaremos será aguarrás, y el catalizador, uno específico para barniz poliuretánico, que aportará mayor resistencia y durabilidad al acabado.
Mezclamos los tres ingredientes en una cubeta y removemos bien. Esta mezcla vamos a utilizarla a lo largo de varios días, pero no pasa nada si se nos acaba, siempre podemos hacer más.
03 Aplicando, aplicando... y aplicando
La mezcla que hemos preparado la vamos a aplicar al menos seis veces para conseguir el acabado más brillante posible. La aplicaremos con una paletina de pelo muy suave y dejaremos que seque completamente antes de proceder con el siguiente paso.
04 Y lijando, lijando... y lijando
Cada vez que una de las cinco primeras aplicaciones de barniz haya secado, procederemos a lijar toda la superficie con una lija fina (220). Es decir, tenemos que aplicar, dejar secar, lijar, limpiar, aplicar… etc.
05 Lijando al agua
Una vez que la última capa de barniz haya secado, comenzaremos con el proceso de lijado al agua. El lijado al agua consiste en añadir agua a la superficie mientras lijamos. A medida que cubramos toda la superficie, iremos cambiando a lijas cada vez más y más finas (desde la 220 hasta la 1200). Entre lija y lija secaremos y limpiaremos bien los restos del anterior lijado.
06 Pulido
A estas alturas nuestro mueble ya brillará de manera bastante espectacular, pero aún podemos arrancarle algo más de brillo. Para ello emplearemos cera de pulir. Seremos generosos con ella y la aplicaremos, si es posible, con una pulidora eléctrica. Si no contamos con una, podemos hacerlo a mano, claro, pero es un proceso más tedioso. Aplica dos o tres manos de cera como mínimo. Podemos comenzar con una cera coloreada (del tono de la madera que estemos tratando) y terminar con una o dos capas más de cera transparente.
Cuando la última capa haya secado pasa un trapo por toda la superficie. Verás el mueble brilla tanto que casi te puedes ver en él. Ha sido un proceso tedioso y largo, sin duda, pero sin duda ha merecido la pena.