Los marcos, hojas y alféizares de las ventanas son, sin duda, los elementos de la fachada que más sufren por estar sometidas a las condiciones exteriores. La fachada en sí misma es una superficie dura que sin duda requiere de cierto mantenimiento, pero las ventanas, compuesas de diferentes materiales (pvc, aluminio, madera, vidrio…) y con varias piezas móviles, sufren especialmente con los cambios de temperatura, humedad, etc.
Hoy vamos a ver algunos tips para cuidar nuestras ventanas, sean del material que sean.
01 Ventanas de PVC
Las ventanas de PVC han evolucionado mucho desde que realizaron su entrada en el mercado. Hoy en día muy valoradas porque, además de añadir aislamiento acústico, su mantenimiento es casi nulo. Prácticamente lo único que hace falta para mantenerlas en forma es limpiarlas de vez en cuando.
Y es aquí donde ese producto de propiedades insospechadas que es el Limpión de Beissier entra en juego. Como ya dijimos en este post, Limpión es un producto diseñado para limpiar las herramientas del pintor, pero que a lo largo del tiempo ha demostrado tener muchas otras utilidades.
Solo hace falta aplicar limpión con un paño por todo el marco, puertas y alfeizar de PVC, dejar actuar unos minutos y después aclarar con abundante agua. ¡Y listo! ¡Unas ventanas relucientes!
02 Ventanas de madera
Si hay un material sensible a las condiciones de exterior, ese es la madera. Unas contraventanas de recia madera son sin duda un complemento espectacular para una casa de estilo rústico, pero desgraciadamente vamos a tener que trabajar bastante si queremos que duren.
Lo ideal es lijar bien toda superficie de madera cada pocos años e inmediatamente aplicar varias manos de Lasur. El lasur es un recubrimiento de acción impregnante que deja un acabado “a poro abierto” y que no crea película continua, de modo que permite a la madera “respirar” para regular la humedad. Si queremos que se vea la madera, con sus betas, este es sin duda el producto más apropiado para exterior. Pero podemos incluso cambiar la tonalidad de la madera aplicando un lasur coloreado (roble, nogal, wenge… etc).
Además, si los marcos de madera o cualquier otra pieza del mismo material han sufrido algún desperfecto, podemos utilizar Aguaplast Madera, en caso de pequeños golpes o arañazos; o bien Aguaplast Reparador Madera para grandes golpes o perfiles rotos.
03 Ventanas de aluminio
El mejor consejo que se puede dar cuando hablamos de ventanas de aluminio es… ¡que las cambiemos cuanto antes! Este material es sin duda el mayor puente térmico que podemos tener en casa; capaz de echar a perder el mejor de los aislamientos.
Existen también otros inconvenientes propios del aluminio. No es raro, por ejemplo, que la dilatación en la cara exterior irradiada por el sol y la interior, contraída por el frío del aire acondicionado de casa, produzca ruidos y chasquidos muy molestos. También podemos tener problemas de degeneración del material. El aluminio, de hecho, se oxida más rápido que el hierro (eso sí, la alúmina, es decir el óxido de aluminio, sirve como capa protectora y evita que la oxidación avance hacia el interior, al contrario de lo que ocurre con el óxido de hierro).
Una buena idea para proteger las ventanas de aluminio y, de paso, darles un aspecto más vistoso, es pintarlas. Usaremos para ello pintura Todo Terreno al agua, que además de servir de imprimación y pintura todo en uno, es capaz de soportar las condiciones de exterior sin problemas.