Con junio a la vuelta de la esquina ha llegado el momento de prepararse para un verano que sin duda va a ser diferente a todos los demás. Si algo hemos escuchado este 2020 es que, al menos por un tiempo, nuestra realidad va a estar regida por “la nueva normalidad”. Ahora bien, suponemos que en la nueva normalidad también lucirá el sol y apretará el calor en agosto, así que hoy os proponemos una idea para mantener una sombrilla de playa perfectamente vertical en el suelo de la terraza y, ya que estamos, evitar que el viento se la lleve hasta el vecino. Si te interesa lo que te contamos, sigue leyendo.
01 Escoge un molde adecuado
Como molde de esta pieza escogeremos un cubo de plástico. Serán más indicados los que tengan sus paredes más verticales; un cubo con la base muy pequeña en relación con su tamaño podría dar lugar a una pieza poco estable. Además, hay que tener en cuenta que cuanto peor sea el plástico del que esté hecho, más fácil no será desmoldar la pieza después. Qué le vamos a hacer, a veces lo malo es lo más conveniente. Por otra parte, tampoco estará de más que apliquemos algún desencofrante antes de verter la mezcla.
En cuanto al tamaño del cubo, eso va a depender, por supuesto, del tamaño de nuestra sombrilla, pero también de la zona en la que vayamos a colocarla. No será lo mismo una pieza cuya única función sea mantener la sombrilla en pie, que una que además tenga que evitar que se la lleve el viento. En cualquier caso, como tampoco vamos a hacer un estudio aerológico ni nada parecido, nosotros os recomendamos que empleéis la vieja técnica del sobredimensionamiento, también conocida como el “tú pon más por si acaso”. Además, como el producto que vamos a emplear para hacer la pieza, el Mortero Base Ligero BME 12003, se vende directamente en sacos de 20kg, en ningún caso ese sobredimensionamiento nos va a obligar a comprar más material.
02 Escoge la pieza de vaciado
La pieza de vaciado, o macho, es la pieza que crea un hueco en un molde. En este caso la pieza de vaciado será aquella que mantenga un hueco en el centro del pie, en el que más adelante podremos insertar el palo de la sombrilla. Típicamente las piezas de vaciado deben poder extraerse después, pero aquí no solo no será necesario, sino que, de hecho, resulta práctico que quede encastrada en la pieza, pues así la protegerá del desgaste que produciría cada vez que insertásemos el palo de la sombrilla directamente en el agujero.
Como pieza de vaciado emplearemos una tubería de pvc de las que se pueden adquirir en cualquier almacén de suministros o área de bricolaje. Escogeremos aquella cuyo diámetro se ajuste mejor al del palo de nuestra sombrilla. Nos haremos también con una tapa acorde a ese diámetro.
Normalmente estas tuberías se suelen vender en piezas de entre 1 y 2,5 metros, así que probablemente tengamos que cortar nuestra tubería para que resulte más manejable. Sin embargo, no la dejaremos de la altura del pie, sino algo más alta; lo suficientemente alta como para que después podamos emplear un nivel de burbuja en la parte que sobresalga del molde.
03 Prepara el molde
Comenzamos pegando la tapa de la tubería en el extremo de la misma que no hayamos cortado. Para ello podemos emplear Fija Todo de Beissier.
A continuación localizamos el centro del fondo del cubo. El procedimiento dependerá de si hemos escogido un cubo redondo o cuadrado/rectangular, pero en cualquier caso tampoco es capital que demos con el centro exacto. En ese punto fijaremos, el extremo cerrado de la tubería, que quedará en sentido vertical. Una vez más, emplearemos Fija Todo de Beissier para ello.
Acoplando el nivel de burbuja a la parte superior de la tubería, trataremos de dejarla lo más vertical posible. Es de esperar que esto sea más una comprobación que una corrección; en buena lógica, si hemos pegado bien la tapa de la tubería y si el fondo del cubo no tenía defectos o muescas, la tubería debería quedar vertical por sí misma.
A continuación tenderemos tiras de cinta aislante, americana o de carrocero de un lado al otro del cubo, todas ellas pasando por los lados de la tubería, en contacto con ella, de modo que esta consiga una fijación provisional en la parte superior del cubo. Con esto pretendemos que la tubería no se tuerza cuando vertamos la mezcla.
Dicho esto, una forma menos sutil pero no necesariamente menos válida de practicar el vaciado consistiría en “clavar” la tubería (con su tapa, eso sí), en el centro de la mezcla cuando esta haya empezado a fraguar, corrigiendo a continuación cualquier posible desviación con la ayuda del nivel.
04 Haz la mezcla
El Mortero Base Ligero BME 12003 se prepara mezclando 0,25 litros de agua por cada kilo de polvo. En caso de queramos un pie de sombrilla menor —que sería lo normal, porque las sombrillas de gran porte vienen con sus propios pies—, tendremos que hacer un cálculo más rudimentario.
Amasaremos la mezcla, bien a mano, bien con varilla mezcladora, hasta conseguir una pasta uniforme y sin grumos.
05 Vertiendo la mezcla
Verteremos la mezcla con mucho cuidado y, a poder ser, en pequeños vertidos desde uno y otro lado del cubo, entre las tiras de cinta que hemos colocado (si hemos escogido este método). De esta forma evitaremos que la mezcla, que es bastante espesa, desplace con su peso la base de la tubería.
06 Un pequeño detalle “de calidad”
Pasadas unas horas, cuando la mezcla esté bastante dura, introduciremos la base de un cáncamo en la parte superior, cerca de la tubería. Este cáncamo nos servirá más adelante de punto de anclaje para poder tender un cordino hasta la pestaña de la sombrilla y evitar así que una ráfaga de viento la saque del pie y se la lleve de paseo.
07 Desmolda y pule
Cuando la mezcla esté completamente seca, habrá llegado el momento de desmoldar. Para ello podemos emplear un cúter o unas tijeras de chapa. Como hemos dicho antes, cuanto peor fuera el cubo, más fácil será hacer este paso.
Para lograr un acabado más fino, podemos emplear una amoladora para biselar la esquina superior de nuestro nuevo pie de sombrilla, que previsiblemente presentará un ángulo bastante marcado.
08 Corta la tubería sobrante
Ha llegado el momento de cortar la parte alta de la tubería, que habíamos dejado así para poder controlar su inclinación con un nivel de burbuja. Podemos emplear aquí la misma amoladora con un disco de corte, o bien una pequeña sierra para PVC.
También podemos escoger entre dejar que la tubería sobresalga unos centímetros o bien cortarla al ras. En cualquier caso, es muy importante que tengamos en cuenta que, si decidimos dejar un pequeño sobrante, este nunca debe servir de agarre para transportar el pie de sombrilla de un lado a otro. No tenemos ninguna garantía de que esté lo suficientemente bien anclado como para soportar el peso de la pieza, y si tuviésemos la mala suerte de que se saliera de su encastre en pleno transporte, podríamos destrozarnos un pie.