La llana es una de las herramientas que más intimidan a los bricoladores aficionados. Lo que asusta no es tanto su manejo como el resultado que prevemos, que dista mucho de ser plano (aquí la imaginación juega malas pasadas). A la hora de la verdad, ni la llana es difícil de utilizar, ni el resultado suele ser desastroso; y en cualquier caso, casi todos los plastes son fáciles de lijar y, por lo tanto no es complicado conseguir una superficie lisa.
Ahora bien, por si todo esto no te convence, hoy te traemos un sencillísimo truco para conseguir una superficie completamente lisa después de dos tendidos de plaste o masilla. Vamos allá.
01 Primer tendido
Aplica el plaste con llana y espátula (o paleta) sin preocuparte de la planitud de momento, simplemente ve cogiendo soltura con las herramientas. La espátula o paleta sirven para llevar la mezcla hasta la llana. Ahí las puedes amasar pasándolas de una a otra, hasta formar una bola fácil de aplicar.
Una vez que hayas aplicado esta primera mano, y mientras el plaste está completamente seco, pasa una llana dentada por toda la superficie. Hazlo sin miramientos, los dientes de la llana deben “arañar” la pared y la inclinación de la herramienta respecto a la pared debe ser la misma siempre. De esta manera los surcos que deje la herramienta tendrán la misma profundidad en toda su extensión. Ve retirando el sobrante de la llana dentada con la espátula y devolviéndola al cubo de mezcla.
Una vez que hayas estriado toda la superficie, deja secar la mezcla. Sí, así como suena, tal y como está, con sus estrías y todo.
02 Segundo tendido
Ahora es cuando viene la magia. Las estrías del tendido anterior funcionan como maestras para la llana en esta segunda aplicación. Y como la llana estriada ha tomado como referencia la pared original (recuerda lo de arañar la pared y mantener el ángulo), lo que estamos haciendo aquí es replicar la superficie original de la pared, que damos por hecho que era lisa.
Así pues, con esta segunda mano solo tenemos que rellenar los surcos del anterior tendido. Si aún con todo el grosor no fuera suficiente, podríamos repetir la operación alternando siempre un tendido con llana dentada y otro con llana normal. De esta manera siempre vamos replicando la planitud de la anterior superficie lisa.
03 Lija
Para finalizar, y como siempre, un buen lijado eliminará cualquier imperfección y dejará la pared completamente lisa.