Es habitual, en el contexto de una conversación informal, utilizar las palabras cemento y hormigón indistintamente (y, en menor medida, la palabra mortero también). Sin embargo, son cosas bien distintas y que se utilizan para funciones diferentes. Es más, una de ellas forma parte de las otras, aunque ella misma es un material compuesto a base de otros ingredientes. ¿Te parece mucho lío? Sigue leyendo y enseguida verás que no es tan complicado.
01 Cemento
Es un elemento básico en construcción, pero siempre como parte de otras mezclas, (como hormigón o mortero), en las que funciona como aglutinante; es decir, como elemento capaz de unir en una sola masa los distintos agregados. Es, por decirlo así, como la harina en una receta de bizcocho; el mortero y el hormigón, en cambio serían la mezcla que introducimos en el horno y que contienen esa harina. El cemento también es el elemento que “activa” esas otras mezclas.
Sin embargo, el cemento, siendo un ingrediente fundamental, está hecho, a su vez de otros ingredientes. Es decir, es también un material compuesto. Concretamente se obtiene a partir de una mezcla de caliza y arcilla calcinadas y posteriormente molidas. Esta mezcla, llamada clinker, tiene la propiedad de endurecerse después de ponerse en contacto con el agua. Y, cuando se le añade una pequeña cantidad de yeso, se convierte en cemento.
De entre los muchos tipos de cemento que existen, el más utilizado en construcción es el cemento Portland.
02 Mortero
El mortero es, como hemos dicho, una de esas masas “de uso final” que se obtienen con la mezcla de varios ingredientes. Como hemos dicho, hoy en día lo más habitual es que el cemento sea el elemento aglutinante de esos ingredientes, aunque en el pasado, se usaron el yeso, la cal y la tierra.
El mortero nunca se utiliza como único elemento de construcción (como sí ocurre con el hormigón); en cambio, se trata más bien del “adhesivo” que se utiliza para unir elementos de mampostería, bien sean rocas, bloques o ladrillos; y también para revestir los paramentos formados con esos elementos. No es tan duro como el cemento por sí mismo o como el hormigón, pero tiene la cualidad de ser “pegajoso” a casi cualquier elemento, y también poco fluido, de ahí su uso.
03 Hormigón
El hormigón, también llamado concreto, es un material compuesto que, a diferencia del mortero, sí sirve para formar estructuras por sí mismo (es decir, sin necesidad de mampostería). En cambio, no es tan pegajoso como el mortero y, por lo tanto, no puede usarse para unir elementos. Además, al ser más fluido que el mortero, el hormigón requiere de encofrados que lo contengan en tanto no se haya secado. Por lo demás, igual que el mortero, está formado por la mezcla de una serie áridos con cemento. A esto se le pueden añadir aditivos para lograr cualidades específicas.
Su principal cualidad es su enorme resistencia a los esfuerzos de compresión. Sin embargo, como no se comporta bien ante otros tipos de fuerza (tracción, flexión, cortante, etc.), se suelen utilizar estructuras o mallazos de acero, que aportan resistencia extra. A esto se lo conoce como hormigón armado o reforzado.
Podemos encontrar muchísimos tipos de hormigón en función de su densidad, agregados o aditivos.