¿Recordáis las cocinas rojas? Hace un tiempo estuvieron muy de moda, pero ya casi nadie apuesta por ellas. Ocurrió lo mismo con otras tendencias que no vamos a enumerar aquí, pero que tienen, todas ellas, algo en común: surgieron como una explosión y desaparecieron igual de rápido. Son los riesgos de estar MUY a la moda.
No todos los estilos de decoración tienen por qué estar pasados de moda a la vuelta de un mes. Hoy os vamos a ofrecer algunos consejos para lograr una decoración atemporal. Puede que con ella tu casa nunca esté a la última moda, pero tampoco estará jamás anticuada.
01 Evita las tendencias
Si buscas una decoración atemporal, huye de las modas. Si todas las revistas de decoración te dicen que lo que se lleva ahora son los papeles de pared rojos con motivos frutales, ten por seguro que el próximo martes eso estará pasadísimo de moda.
02 Crea una base de neutros
Llamamos base al color dominante en una estancia. Según la norma 60-30-10, un 60% de la estancia y sus elementos tienen que tener ese color base, un 30% un color secundario y un 10% el color de acento, que es como un toque de contraste llamativo. Pues bien, una buena forma de asegurarse de que tu casa tiene una decoración atemporal es usando una base (es decir, ese 60%) de colores neutros. Los colores neutros son colores de baja intensidad y saturación, como el beige y el gris.
03 El blanco no pasa de moda
Probablemente, si hay una cosa que no ha pasado de moda jamás, es el blanco (excepto tal vez en los calcetines). Las paredes blancas no solo aportan luminosidad, sino que, además, mientras se mantengan blancas (ojo con el amarilleamiento), serán perfectamente aceptables en cualquier época.
04 Ojo con las formas
Las tendencias de decoración prestan mucha atención a las formas y alternan épocas de glorificación de lo curvilíneo con épocas alabanza a lo extremadamente rectilíneo con esquinas que son un peligro potencial de muerte. Seguramente, la moderación está a medio camino de ambos conceptos.
05 Moderación ante todo
Y es que la moderación es la clave de la atemporalidad. No te arrimes a los excesos; no sobrecargues la estancia de elementos, ni la dejes excesivamente vacía; no apuestes por muebles o azulejos muy grandes, ni tampoco muy pequeños; huye de los clores chillones en todo lo que ocupe demasiado espacio…
05 El conjunto es una unidad en sí misma
Aunque todos los elementos de una estancia cumplan individualmente las normas anteriores sobre colores, materiales y formas, una vez que los pongas en una estancia funcionarán como un conjunto. Puede que hoy el horror vacui esté de moda, y que mañana lo sustituya como tendencia el minimalismo extremo; lo que es seguro es que la moderación nunca pasará de moda.
06 Lo arriesgado, para los complementos
Queremos una decoración atemporal, pero no aburrida, así que no tenemos por qué renunciar a los tonos vivos y la alegría, o a cosas un poco más extremas, pero que estén a la moda. La clave aquí es que esa nota llamativa esté en complementos que no sea difícil cambiar cuando pasen de moda. Cosas como cojines, alfombras o alguna lámpara de pie, por ejemplo, pueden ser llamativas porque, si el mes que viene están muy pasadas de moda, podemos cambiarlas sin hacer grandes desembolsos de dinero ni tener que emplear mucho trabajo. En cambio, el sofá, la cocina o el papel de pared, van a estar ahí, presumiblemente, durante mucho tiempo, porque son elementos caros y/o fijos, así que es mejor que tengan un perfil bajo, que no quiere decir aburrido.