El verano está a la vuelta de la esquina, y no hay nada que nos apetezca más que empezar a disfrutar del buen tiempo, de los días largos y las noches de verano. Y si encima, eres de los que tiene la suerte de contar con una terraza, un jardín, o un patio amplio, querrás organizar tu espacio para exprimir al máximo tus momentos de ocio y descanso, seas más de sol o sombra.
Para ello, qué mejor que contar una bonita pérgola, que además de decorar, también actúan como sistema de sombreo, evitando en ocasiones los sofocantes rayos de sol del verano.
¡Y sí, las pérgolas de madera están definitivamente de moda! Ofrecen una estética natural y cálida, y pueden adaptarse a una variedad de estilos de diseño, desde rústico hasta moderno. Además de su aspecto visual atractivo, proporcionan sombra parcial, lo que las hace ideales para crear áreas de estar al aire libre cómodas y frescas durante los meses más cálidos.
En este post te contamos cómo instalar una pérgola de madera sin necesidad de atornillar el suelo, para que puedas sacarle todo el partido a tu espacio exterior, sin dañar la superficie.
1 ¿Qué tipos de pérgolas hay?
Principalmente existen cinco tipos de pérgola: bioclimáticas, de aluminio, de madera, de obra, con techo de lona y de cañizo.
⦁ Bioclimáticas: Este tipo de pérgolas son las más eficientes y las que menos cuidados necesitan; permiten regular la temperatura del interior, la intensidad de la luz y el viento que entra gracias a sus lamas orientables. Además, funcionan estupendamente con la lluvia, ya que canalizan el agua y tienen un sistema de drenaje para facilitar el desagüe.
⦁ De aluminio: Las pérgolas de aluminio son una de las opciones favoritas por excelencia, gracias a su resistencia y durabilidad. En relación con la calidad-precio del material, es uno de los más recomendables. Además, la pérgola de aluminio destaca por su ligereza, facilidad de montaje y su resistencia a los cambios climáticos.
⦁ De madera: Las pérgolas de madera son otra de las apuestas seguras, ya que aportan una calidez natural única que no lo consiguen el resto de los materiales. La madera es siempre muy resistente y sirve tanto para el sol como para la lluvia.
⦁ Con techo de lona: La estructura de este tipo de pérgolas suelen ser de metal o de madera y el toldo puede ser manual o automático. Esta opción se está volviendo otra de las apuestas estrella gracias a su versatilidad y resistencia; y es que, una buena lona puede llegar a bloquear hasta el 90% de los rayos UVA.
⦁ De cañizo: La estructura de este tipo de pérgolas pueden ser de madera o metal y están cubiertas de cañizo, brezo, mimbre o bambú. Es una opción más rústica y económica que las anteriores, pero hace un juego de sol y sombra muy estético e interesante.
2 Cómo instalar una pérgola sin dañar el suelo
Y ahora la pregunta del millón… ¿es posible sujetar la pérgola sin la necesidad de tener que perforar el suelo? ¡Sí! Además, si eres de los que temían a las filtraciones de agua, puedes respirar tranquilo. Te brindamos 3 soluciones alternativas a atornillar el suelo:
⦁ Atornillar el poste a barandillas o paredes.
⦁ Perforar y sellar utilizando taco químico.
⦁ Atornillar los postes a losas cuadradas de hormigón de aproximadamente 45cm de ancho. Para conseguir que la losa pueda servir de soporte, el grosor debe ser de 10cm como mínimo y tener un peso mínimo de 50kg.
3 Diferentes formas de fijar una pérgola de madera a la pared
Si tienes un espacio más reducido o estás pensando en fijar una pérgola directamente a la pared, te contamos 4 opciones de cómo hacerlo:
⦁ Utilizar soportes de anclaje en “U”: Lo primero que tienes que hacer es instalar estos soportes en la pared y en el extremo de las vigas de la pérgola, para después, atornillarlos y poder sujetar la estructura con firmeza.
⦁ Instalar placas de anclaje: A pesar de que estas placas funcionen de manera similar a los soportes en U, su gran ventaja es que tienen forma cuadrada y plana que ayudan a que se fijen directamente en la pared.
⦁ Apostar por ménsulas de acero: Son perfectas para estructuras complejas o pesadas gracias a su forma de “L” o “T” que se fijan en la pared y en la viga de la pérgola.
⦁ Empotrar la pérgola en la pared: Esta alternativa implica que las vigas se empotren en la pared, aunque se trata de una opción más recomendable para pérgolas pequeñas.
Es recomendable utilizar herrajes de sujeción fuertes y resistentes al clima, como, por ejemplo; soportes de anclaje en ángulo recto. El siguiente paso sería fijarlos en la pared con la ayuda de tornillos y tacos de anclaje, y mediante pernos a la viga superior. Es fundamental asegurarse de que los herrajes son adecuados, y que están correctamente instalados y preparados para soportar la carga de la pérgola.
Recordad que este proceso puede variar dependiendo del tipo de pérgola y del terreno sobre el que se instale, y la climatología de la zona. Siempre es recomendable seguir las instrucciones del fabricante y, en caso de dudas, consultar a un profesional.
Sin embargo, si lo que quieres es asegurar la pérgola a una pared de ladrillo, estos serían los pasos a tener en cuenta:
⦁ Marcar la ubicación de los soportes en la pared.
⦁ Hacer agujeros profundos y anchos en los lugares marcados de la pared, con una broca.
⦁ Colocar los tacos en los agujeros con la ayuda de un martillo o un taladro.
⦁ Atornillar los soportes a los tacos con tornillos largos y fuertes.
⦁ Colocar los postes de la pérgola en los soportes y asegurarlos con tornillos.
⦁ Asegurar la viga superior de la pérgola a la pared con soportes adicionales.
⦁ Revisar previamente que la estructura está correctamente nivelada y recta. Si no es así, habrá que ajustar los soportes y las vigas según sea conveniente.
Por último, ¡y más importante! Si eres de los que va a aventurarse en el reto de la instalación de la pérgola, no te olvides de realizarla siguiendo siempre las instrucciones del fabricante y verificando que todas las conexiones son estables y firmes. Ante cualquier duda sobre el proceso o de las herramientas de anclaje adecuadas, os recomendamos que os pongáis en contacto directamente con ellos.
Y ahora que empieza la cuenta atrás para el verano… ¡animaros a hacerlo y os convertiréis en la envidia de todo el vecindario!