Antes de elegir cualquier tipo de suelo para tu casa, es preciso hacer un estudio minucioso ya que se trata de una inversión a largo plazo. En este sentido hay que plantearse unas consideraciones importantes, como por ejemplo el tránsito que habrá a través de la habitación, si es posible que se ensucie con facilidad o si consiste en una zona de estar, para trabajar u orientada al descanso.
De acuerdo con el tipo de suelo que empleemos, podremos clasificarlos según las características de los materiales en las siguientes categorías:
- Duros: baldosas cerámicas o tablones de madera maciza, teñida o pintada.
- Semiduros: pizarras, mármoles, terrazo y suelos vinílicos.
- Blandos: moquetas tanto de fibras naturales como sintéticas. En este punto tienes que tener en cuenta el mantenimiento especial que requieren.
Las baldosas cerámicas son perfectas para cocinas y baños ya que resisten perfectamente la suciedad, la grasa y la humedad. Las tarimas, los tablones y las moquetas son ideales para las habitaciones de casa, ya que son muy confortables para andar descalzo.
Cuando se elige un suelo lo primero que hay que tener en cuenta es la perdurabilidad, luego el color y por último la forma y el dibujo, para que encajen con el resto de la habitación. Esta elección es muy importante ya que definirá el estilo de decoración de toda la zona.
De esta manera y atendiendo a las características de tu vivienda, utilizaremos un tipo y estilo de suelo u otro. Si tu casa es de pequeñas dimensiones, la mejor opción es colocar el mismo modelo de suelo, así crearás una continuidad en el espacio.
Si se trata de una casa de campo la mejor elección es un suelo cerámico, ya que si se coloca tarima en poco tiempo estará rayada. Si tienes animales elige un suelo que sea muy fácil de limpiar.
Personalmente yo siempre elijo suelos neutros (no muy llamativos o con formas que puedan pasar de moda) ya que sé que es una inversión importante y que perdura en el tiempo. Este concepto sirve tanto para viviendas grandes como pequeñas.
Si eres muy atrevido y quieres algo único, en la actualidad están muy de moda los suelos hidráulicos, es decir, baldosas decorativas creadas directamente sobre cemento coloreándolo con diseños fascinantes y que enamoran.
Hay muchos trucos visuales que hay que tener en cuenta si la distribución de la habitación no te agrada. Un ejemplo sería la colocación del suelo: si lo colocas en sentido vertical hará que la habitación parezca más alargada mientras que si lo colocas en sentido horizontal harás que parezca mucho más ancha. Este mismo juego lo puedes utilizar con formas y colores, verás cómo se multiplica el espacio sin que te des cuenta.
Además, tienes que ver tu casa como un conjunto. Dado que las puertas de la casa se encuentran abiertas casi siempre, si eliges mucha variedad de suelos lo primero que verás es la unión entre ambos, lo que resulta poco natural.
Si prefieres algo económico o no quieres meterte en una gran obra, lo que puedes hacer es reparar el suelo existente. Así, si tienes parquet o tarima puedes renovarlos, o si tienes placas cerámicas puedes renovar sus juntas. También existe un tipo de suelos vinílicos muy económicos, con diseños fascinantes y muy fáciles de colocar. Ten en cuenta estas opciones para renovar fácilmente el aspecto de tu hogar.
Otra opción a tener en cuenta son las alfombras, un elemento de confort con gran variedad de modelos para cualquier bolsillo. Ten en cuenta siempre colocar una tira antideslizante en su parte posterior.
Francisco Silván – Arquitecto de Interior