Hay muchas tareas rutinarias y hobbies que tienen que hacerse en casa, por lo que hay que reservar un espacio, por mínimo que sea, para este tipo de labores.
El área de trabajo más común es el estudio, pero también hay que prever el espacio destinado para planchar, leer, ejercitar nuestros músculos, etc. Con un poco de planificación hasta el espacio más pequeño puede ser útil.
Si dispones de una habitación de sobra, no lo dudes y crea un estudio. Lo más importante es elaborar un espacio donde puedas concentrarte. La iluminación te ayudará a crear un lugar acogedor y agradable en el que poder abstraerte. Lo principal es colocar una mesa a modo de escritorio, una silla y, ¿por qué no?, crear tu propia biblioteca. No dudes en combinar estantes abiertos de fácil acceso con cajas cerradas en las que poder guardar tus papeles o facturas sin romper con el aspecto del cuarto.
Si dispones del espacio justo, puedes aprovechar otras estancias ya existentes. Las mesas del comedor, que suelen utilizarse en ocasiones especiales, pueden ser de gran ayuda como mesa de trabajo. Coloca algunos muebles auxiliares como cajas de almacenaje decorativas de aspecto vintage para guardar fácilmente el material de trabajo y ordenar el cuarto muy rápido.
Si tienes espacio en tu casa puedes crear un cuarto de lavado y plancha. En la mayoría de la casas la lavadora se coloca en la cocina, pero si dispones de un espacio específico, sólo tienes que realizar las instalaciones necesarias para colocar una lavadora y una secadora. En esta zona habría que prever la colocación de un lavadero para quitar las manchas de la ropa antes de meter en la lavadora, una cesta de la ropa sucia y estantes o un armario para colocar la tabla de la plancha. Sobre los revestimientos del suelo es recomendable que sean impermeables para evitar las manchas de agua.
Francisco Silván – Arquitecto de Interior