Hace poco, caminando por la calle, descubrí una preciosa heladería de autor de estilo entre el vintage y el shabby y con estructura más bien industrial.
¡Sí, sí… todo ello, junto, es posible! De hecho, este proyecto me gustó tanto y me ha parecido tan adecuado para estos meses de verano que se acercan, que ¡aquí os lo traigo! Es el ejemplo perfecto de cómo, en un espacio pequeño, se puede lograr un look ecléctico, actual y de tendencia que enamore nada más verlo.
¿Cuál es el éxito de su decoración?
La distribución
Su estructura nos recuerda a los espacios industriales: vigas vistas, muebles de metal, columnas, techos altos, materiales nobles sin tratar…
Los estampados
El look general queda suavizado por la combinación de estampados de los muchos papeles de pared que hay (flores, topos, cuadros…).
Ayuda también la paleta cromática que se ha utilizado con tonos empolvados y pastel (rosas, azules, amarillos…)
El mobiliario
Los muebles y las piezas elegidas… ¡son todo un clásico!
Desde las sillas y taburetes tolix, las lámparas industriales de hace décadas, las vitrinas de estilo médico, hasta detalles tan cautivadores como una lámpara hecha con tazas y platos o un antiguo carrito de helados a modo vitrina.
Que todo encaje
Además, y esto es muy importante, la decoración general está en total sintonía con la función del espacio en casa o los productos que se ofrecen en ese local: helados, cupcakes, tartas, dulces, caramelos, etc.
En fin que, como veis, en un proyecto de decoración e interiorismo se puede lograr mucho teniendo claro el objetivo y aplicando algunas reglas básicas que funcionan según cada estilo.
¡Espero que éste en concreto también os haya gustado y puedas aplicarlo en tu hogar!
Por Beatriz Atienza
Periodista, entusiasta del diseño de interiores y Master en Decoración e Interiorismo.