La mayoría de nosotros vivimos en casas no muy grandes en las que aprovechar al máximo cada rincón resulta vital. No se pueden desperdiciar centímetros y, por eso, ser eficientes eligiendo y colocando los muebles es tan importante. También, mantener el orden e intentar que cada cosa tenga su sitio. Muy especialmente cuando se trata de vestidores o armarios. Este mes nos centramos precisamente en ellos, en estos elementos de los que no podemos prescindir y a los que no siempre les sacamos el partido y potencial que pueden llegar a tener.
Para lograrlo, aquí van unos consejos:
Delimita la zona
Aprovecha cualquier zona o estancia que puedas para ubicar un armario o muebles de almacenaje. En este caso, se ha aprovechado un estudio para ganar en capacidad de almacenamiento. Recuerda siempre que una única habitación puede tener tantos usos o funciones como tú quieras.
Elige el mueble
Elige un armario lo más grande posible y adaptado a la longitud del propio paño en el que lo quieras ubicar. Hoy en día existen módulos de todo tipo y dimensión para aprovechar hasta el último centímetro.
Distribuye todo
Planifica la configuración del interior del armario detenidamente en función de tus necesidades. Selecciona los módulos y tipos de compartimentos interiores (zapateros, cajones, baldas, barras de colgar ropa, bandejas para complementos, espacios maleteros…) según el número y tipo de prendas que tengas.
Si cuentas con muchos vestidos largos o abrigos de cuerpo entero, deja más espacio para colgar ropa larga. Si lo tuyo son los zapatos, reserva más cajas o bandejas para ellos, etc.
No olvides tener en cuenta las dimensiones y medidas estándar de cada prenda a la hora de montar el interior del armario.
Hora de ordenar...
Una vez tengas el armazón y el interior del armario ya listo… coloca la ropa y los complementos por categorías, colores o bajo algún criterio que te resulte claro y te facilite el acceso rápido a cada elemento. En este caso, se han colocado por tipos de prendas y frecuencia de usos.
...¡y mantenerlo así!
Mantén siempre el mayor orden posible dentro del armario y no te olvides de ir haciendo limpiezas de vez en cuando para desprenderte de aquellas prendas que ya no uses. Tener un buen fondo de armario no significa acumular y acumular prendas que ya nunca utilizas sin más.
Tu toque personal
Recuerda que, en función de tu estilo y tus gustos, puedes sustituir las puertas tradicionales de un armario por otro tipo de cierre. Por ejemplo, unas cortinas largas que –además de ser más económicas- aportan un toque informal y teatral a la estancia. Y eso sí, siguen salvaguardando la ropa del polvo y al suciedad del exterior.