Si alguna vez te topas con manchas de humedad en alguna de las paredes de casa que dan al exterior, no te dejes llevar por el pánico; antes de convocar a toda la comunidad de vecinos para exigir una restauración integral de la fachada, debes saber que esas manchas no significan necesariamente que el agua se esté filtrando desde la calle. Es posible, de hecho, que el responsable esté en el interior y sea el llamado efecto “pared fría”.
La “pared fría” es un problema muy habitual en invierno y se produce cuando el aire caliente del interior de casa entra en contacto con muros que, debido a un aislamiento deficiente, están a una temperatura más cercana a la exterior. Esta diferencia hace que la humedad del ambiente se condense en pequeñas gotas que quedan adheridas a las paredes. Para determinar si el origen de una humedad está en la condensación o en la filtración, te ofrecemos un pequeño truco, muy fácil de llevar a cabo.
En cualquier caso, si al final descubrimos que estamos ante un problema de “pared fría”, tampoco conviene relajarse demasiado. Al fin y al cabo, la condensación va deteriorando las paredes y, además, contribuye a formar el caldo de cultivo perfecto para todo tipo de microorganismos. Así pues, es hora de ponerse manos a la obra para acabar con la condensación. Y para ello te proponemos una solución definitiva en tres pasos.
En este vídeo de Bricocrack podéis ver paso a paso cómo eliminar definitivamente las manchas de condensación.
01 Fungistop
Lo primero que debemos hacer, como siempre que emprendemos cualquier reparación, es preparar la zona que vamos a tratar. Debemos retirar las partes en las que la pintura esté en mal estado o el yeso esté suelto, para lo cual nos valdremos de una espátula y un poco de paciencia. Si la pared en cuestión está revestida con papel pintado o vinilos, los retiraremos completamente, no sólo sus partes dañadas.
Una vez que hayamos eliminado las zonas deterioradas, toca limpiar la pared a conciencia. Como es probable que la humedad ya haya favorecido la aparición de microorganismos, te recomendamos que utilices Fungistop para asegurarte de que los has eliminado por completo y, además, de que no volverán a aparecer. Basta con que apliques el producto con una brocha sobre las manchas y lo dejes actuar durante al menos 30 minutos. Después de ese tiempo, como siempre, nos aseguraremos también de que no queda polvo, grasa ni cualquier otro tipo de suciedad en la pared.
02 Aguaplast Anticondensación
Con la pared desinfectada y limpia, llega el momento de aplicar un tratamiento específico para el problema de las paredes frías. Aguaplast Anticondensación es el producto que necesitamos. Dado su gran poder de aislamiento, Aguaplast Anticondensación actúa de barrera contra el frío que penetra en las paredes, con lo que elimina el contraste térmico que da lugar a la condensación en el interior.
Para aplicar Aguaplast Anticondensación utilizaremos la espátula y la llana. Recuerda que el grosor de la capa que apliquemos depende más de la apertura del ángulo que formen la pared y la llana que de la fuerza que ejerzamos; a mayor ángulo, la capa será más fina. Aún así, recuerda que lo recomendable es revestir el muro con una capa mínima de cinco milímetros para asegurar que el producto haga efecto, por lo que te recomendamos aplicarlo en dos manos (para aplicar la segunda, espera que haya secado la primera).
No debemos preocuparnos si descubrimos que no somos muy habilidosos con la llana, porque Aguaplast Anticondensación es muy fácil de lijar una vez que ha secado, de manera que podremos eliminar sin dificultad la mayor parte de las irregularidades.
03 Lisomat Anticondensación
Veinticuatro horas después de su aplicación, cuando el plaste ha secado completamente, llega el último paso: pintar la pared. Aunque ya queda poco, no debemos bajar la guardia en este punto; si de lo que se trata es de acabar con la condensación, conviene que empleemos la pintura apropiada.
Lisomat Anticondensación es una pintura desarrollada para ser el complemento perfecto para prevenir la condensación. Al contar en su formulación con microesferas aislantes, Lisomat Anticondensación es a la vez aislante y reflexiva, lo que significa que devuelve al medio el 91% del calor que recibe. Es, por lo tanto, una pintura a tener muy en cuenta aun cuando no hayamos tenido problemas de condensación.
En este caso, además, podemos prescindir de la imprimación, pues el Aguaplast Anticondensación que hemos aplicado previamente ofrece una capacidad de absorción muy baja, con lo que contribuye a aumentar el rendimiento de las pinturas.
Tanto Aguaplast Anticondensación como Lisomat Anticondensación son buenos remedios contra el efecto de “pared fría” por separado, pero juntos y, más aún, acompañados por Fungistop, constituyen una solución muy completa. Ya podemos olvidarnos pues de esas manchas de humedad. ¡Inténtalo de nuevo, invierno!