¿Tienes la suerte de contar con un espacio al aire libre y no tienes muy claro cómo aprovecharlo? Pues ahora que el reloj del verano ya ha empezado a correr, te aseguramos que no hay mejor forma de sacarle partido que disfrutando de buena compañía y mejor comida en torno a una barbacoa.
Desde luego, no es el momento de enredarse construyendo tu propia barbacoa de obra ladrillo a ladrillo; aunque es un proceso muy bonito ¡tendrías que haber empezado hace un par de meses! Por suerte, hoy en día puedes encontrar barbacoas prefabricadas a precios muy razonables en cualquier gran superficie de bricolaje. Eso sí, si tu espíritu de bricolador no ha sucumbido del todo a tu vocación de cocinero y no quieres pagar por que te monten la barbacoa, tendrás que remangarte y trabajar un poco antes de estrenarla. A continuación te ofrecemos unos cuantos consejos que te serán muy útiles.
Escoge el lugar correcto
La colocación de una barbacoa modular no es un tema menor. Ten en cuenta que tienes que instalarla sobre una superficie dura y perfectamente llana. Por supuesto, queda descartado montarla directamente sobre la tierra del jardín o sobre tarimas de madera. Si no contamos con una superficie dura, habrá que construir una bancada de hormigón lo suficientemente gruesa como para soportar el peso y lo bastante amplia como para repartirlo. Además comprueba, nivel en mano, que el lugar es totalmente llano. Si no lo es, antes o después la gravedad se encargará de dar al traste con tu flamante barbacoa.
Es recomendable, también, que la barbacoa esté situada a la sombra pues, si al enorme calor que desprende, le sumamos el de cocinar bajo el sol del verano, la experiencia puede convertirse más en una tortura que en una celebración.
Por motivos parecidos debemos procurar situarla a una distancia prudente de la zona en la que vayamos a comer. Obviamente, aquí manda más el espacio del que dispongamos que la mera voluntad, pero en general, un par de metros sería el mínimo recomendable. Además, teniendo en cuenta que más adelante no podremos cambiar la ubicación de la barbacoa, te recomendamos que indagues sobre los vientos dominantes en verano en la zona y que la sitúes a sotavento.
Por último, infórmate sobre la normativa de tu municipio en materia de barbacoas si no quieres tener problemas con los vecinos o, peor aún ¡con la ley!
Utiliza los materiales adecuados
Algunos fabricantes recomiendan colas refractarias de fácil aplicación para pegar las piezas de la barbacoa, pero lo cierto es que en este campo hay calidades muy dispares. Si quieres asegurarte de que podrás disfrutar de comida a la brasa durante unos cuantos años, te recomendamos que utilices Mortero Refractario de Beissier. Es muy sencillo de usar, sólo tienes que seguir estos pasos:
01 Mezcla la masa
Añade 0,25 litros por cada kilo de producto y agita lentamente hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Una vez que hayas conseguido la consistencia adecuada, deja reposar la mezcla durante diez minutos.
02 Humedece las piezas
Aprovecha ese tiempo para humedecer las piezas que vayas a unir, especialmente si tu barbacoa es de hormigón ligero, pues es un material muy poroso. No se trata de mojar las piezas, sino de humedecerlas ligeramente sacudiéndo un cepillo húmedo sobre ellas.
03 Aplica la masa
Con la ayuda de una llana o de una espátula, aplica el mortero sobre las piezas en espesores regulares. Cada vez que coloques una pieza horizontal, comprueba con el nivel de burbuja que ha quedado bien nivelada.
04 Alisa las juntas.
Alisa las juntas mientras el mortero está húmedo y continúa con el siguiente “piso”. Puedes hacerlo con una espátula o incluso con el dedo.
05 Respeta el tiempo de secado.
Dado que el mortero refractario sufre mucho durante la utilización de la barbacoa, te recomendamos que esperes como mínimo una semana antes de estrenarla. Además, es aconsejable que, la primera vez que la utilices, vayas aumentando la temperatura gradualmente. Para ello, calcula que deberás empezar a preparar las brasas una hora antes de poner la comida sobre la parrilla.
Empieza prendiendo un poco de carbón o leña y deja que se quemen solos, sin insuflar aire. Cuando el carbón o la leña adquieran un color blanco, añade más encima y repite el proceso hasta conseguir las brasas deseadas.
Por lo demás, no necesitas nuestros consejos para rodearte de amigos y buena comida y disfrutar de tu barbacoa ¡buen provecho!