Pintar el interior de una vivienda es una tarea que está al alcance de cualquier bricolador. Se trata de un trabajo agradecido y entretenido; y lo mejor de todo es que, llevándolo a cabo nosotros mismos, podemos ahorrarnos bastante dinero. Pero lo cierto es que el trabajo del pintor, como cualquier otro, tiene su “ciencia” y si la ignoramos podemos encontrarnos con un resultado muy poco satisfactorio. No es lo mismo, por ejemplo, pintar un techo que una pared (enlace), una superficie lisa que una rugosa o aplicar una pintura acrílica que una plástica.
Para empezar, en función de la superficie que vayamos a pintar deberemos escoger unas herramientas u otras. ¿Te has fijado alguna vez en cuántos tipos de rodillo hay en el mercado? ¿Conoces las diferencias entre un tipo y otro? ¿No? Entonces síguenos…
01 Pelo largo o corto
Independientemente del material con el que estén hechos (lana natural o poliamida) hay una norma general a la hora de escoger un rodillo de pelo. Los rodillos de pelo corto deben utilizarse para superficies lisas, mientras que los de pelo largo los emplearemos en superficies rugosas o porosas como hormigón o gotelés. Si no nos atuviéramos a esta norma nos encontraríamos con acabados muy bastos en paredes lisas, o con gotelés a medio cubrir.
02 Rodillos de pelo o espuma
La elección del material del que está hecho el rodillo es una cuestión más importante de lo que a veces se piensa. En principio, los rodillos de pelo (que pueden ser de lana natural o sintética), son más recomendables para pinturas al agua y acrílicas.
Por su parte los rodillos de gomaespuma son más aptos para pinturas sintéticas y barnices. Hay que tener en cuenta que dejan una textura particular (aquí influye mucho el gusto) y que sólo se pueden usar sobre superficies muy lisas. Algunos profesionales no los utilizan porque dicen que deja burbujas de aire.
03 Rodillos flocados
He aquí un rodillo poco conocido, pues su uso es muy específico. Los flocados son rodillos de pelo muy corto y compacto, tanto que parecen de terciopelo. Son estupendos para aplicar esmaltes, especialmente para esa segunda mano que debe darse mientras la primera aún está húmeda.
04 Rodillos texturizados
Los rodillos texturizados son herramientas específicas para trabajos de decoración. Tienen fibras entrecruzadas o diseños que actúan a modo de sello y que sirven para pintar formas, imitar las vetas de la madera, etc. Normalmente se usan para aplicar una capa de distinto color sobre la pared ya pintada, con lo que hay que tener mucho cuidado al emplearlos, porque cualquier error nos obligará a comenzar de nuevo.
05 Rodillos especiales
En la categoría de rodillos especiales incluimos todas aquellas herramientas auxiliares pensadas para un uso muy concreto. Hablamos de los rodillos muy pequeños o de mango muy largo, pensados para llegar a rincones muy inaccesibles, o de los famosos rodillos esquineros. Todos ellos son muy útiles y conviene tenerlos a mano en casi cualquier trabajo de pintura en interior.
Como siempre, si tenemos cualquier tipo de duda sobre qué tipo de pintura vamos a aplicar o cuál es la mejor forma de hacerlo, nosotros te recomendamos que consultes con tu proveedor de pinturas. Seguro que él te recomienda la herramienta más adecuada.