No son un elemento del todo nuevo en nuestra decoración. Hace muchos años ya estuvieron de moda, pero las teníamos casi olvidadas. Ahora, en cambio, las damajuanas han vuelto pisando fuerte, si es que se puede decir algo así de un objeto tan delicado. Y es que, para quien no lo sepa, las damajuanas son esos recipientes de vidrio que (quién lo iba a decir) iban dentro de esas feas garrafas antiguas de vino o de aceite forradas de plástico o mimbre.
Las hay de varios colores (azules, blancas y verdes principalmente), y de muchas formas, pero todas ellas tienen la particularidad de parecer increíblemente delicadas y de ser muy decorativas. Hoy vamos a aprender un pequeño truco para darles un toque especial y conseguir damajuanas absolutamente únicas. ¿Cómo? Con un poco de pintura.
01 Limpia la damajuana
Limpia la damajuana bien, tanto por dentro como por fuera. En internet puedes encontrar muchos consejos y trucos para borrar cualquier marca del inaccesible interior. En nuestro caso, debemos insistir en que el exterior esté libre de cualquier grasa o polvo, pues es ahí donde vamos a trabajar.
02 Enmascara
Una vez que tenemos la damajuana limpia, ha llegado la hora de aplicar la pintura. Aunque puedes pintarla entera, nosotros consideramos que así perdería su originalidad. Si, por el contrario pintas sólo una parte y dejar el resto transparente, conseguirás un efecto muy interesante.
Toma cinta de carrocero y delimita la zona que quieres pintar. Sé generoso con la cinta de carrocero. Haz que la barrera para la pintura tenga cierta anchura
Sé también original, piensa en qué clase de efecto quieres conseguir. Por ejemplo, se consigue un efecto muy curioso si la frontera entre la zona pintada y el vidrio es rectilínea, pero no perfectamente horizontal
03 Aplica la primera mano
Para pintar sobre vidrio vas a necesitar una pintura especial. Nosotros te recomendamos Todo Terreno al Agua de Beissier, que es capaz de adherirse sin problemas a casi cualquier material.
Aplica la pintura con una brocha blanda o un rodillo suave hasta cubrir toda la zona que hayas delimitado previamente.
04 Lija ligeramente
Cuando la pintura haya secado, pasa una lija muy fina con mucho cuidado para eliminar cualquier marca del pincel. Después retira el polvillo del lijado con un cepillo blando o con un trapo.
05 Repite la operación
Cuando la primera mano haya secado, repite la operación con más pintura y un nuevo lijado.
06 Déjate llevar por la imaginación
Ya tienes tu damajuana pintada. Has terminado… ¿o no? Las posibilidades son infinitas y sólo dependen de tu gusto y de tu imaginación. ¿Qué te parecería enmascarar ahora la zona pintada y llenar de salpicaduras la parte superior? ¿O dejar que la pintura patine desde la boca de la damajuana haciendo que la gravedad trace sus líneas? ¿Tal vez un cordón de esparto rodeando la frontera entre la zona pintada y el vidrio? ¡Puedes hacer lo que quieras!
Una cosa es segura. Aunque mucha gente tenga una damajuana de cristal en su salón, nadie, en ninguna parte, tendrá una como la tuya cuando hayas terminado con ella.