La espuma de poliuretano es un material muy útil para rellenar huecos y sellar aislamientos. Cada vez se utiliza más en bricolaje doméstico. Cuando colocamos puertas en block, por ejemplo, es muy útil para rellenar los huecos entre el marco el precerco. También podemos utilizarla para sellar huecos en los tambores de las persianas (que son unos terribles puentes térmicos), o incluso bajo las jambas de las propias ventanas.
Si nunca alguna vez has utilizado espuma de poliuretano y no has prestado la suficiente atención, es posible que te hayas encontrado con la desagradable sorpresa que el producto rebosa por todas partes. Y es que una de las cualidades de la espuma de poliuretano es la enorme capacidad de expansión que tiene. Tanta que, como norma general se recomienda no rellenar más del 30% del espacio que queremos sellar.
Si ves que te ocurre esto, ahí va un consejo para deshacerte de la espuma que rebosa.
Aquí en vídeo.
Y aquí paso a paso:
01 No la toques bajo ningún concepto
Has echado demasiada espuma y está creciendo más de lo que esperabas. Bien, no la toques. Y desde luego no la toques con las manos desnudas, si no quieres “plastificarte” la mano. En lugar de eso, déjala crecer y endurecerse. Cuando la espuma se haya convertido en un producto duro, podremos actuar y arreglar el desaguisado.
02 Corta los sobrantes
La rebaba que sobresale se ha convertido ya en una masa dura, aunque de aspecto algodonoso. Ahora puedes rebajarla con un cúter, a pellizcos, o como mejor te parezca. Da muy buen resultado utilizar una cuchilla flexible de sierra de arco.
03 Disuelve el resto
Toma un paño limpio, empápalo en acetona y presiona sobre la espuma. Verás como, poco a poco, esta va mermando como por arte de magia. Un último frote eliminará la espuma por completo.
Y aquí es donde viene el truco. ¿No tienes acetona por casa? ¡Puedes utilizar quitaesmalte de uñas, pues es, en gran medida, acetona!