Hoy en Bricopared hemos pensado que, con San Valentín a la vuelta de la esquina, vamos a dejar de lado por un día las grietas y las humedades, para proponeros un trabajo más amable y que os puede venir muy bien mañana.
No vamos a deciros cómo sorprender a vuestra pareja, si es que sois de los que celebráis San Valentín, pero casi seguro que unas cuantas velas ayudarán, sea lo que sea que decidáis hacer.
Así que hoy vamos a hablar de cómo fabricar portavelas para esas pequeñas velas llamadas “de té”. Para llevar a cabo este trabajo necesitaremos Aguaplast Super Reparador, varios tintes para plastes, unas cuantas velas de té, un rollo de cinta adhesiva y, por supuesto, moldes. Ahora bien ¿qué moldes?
01 Moldes, cuestión de gustos e imaginación
Para este trabajo podemos escoger cualquier molde, siempre que sea de plástico o vidrio y que en él quepa una vela de té. Podemos usar el fondo de una botella de plástico cortada por la mitad, un vaso de plástico o vidrio, un recipiente de barro de esos en los que vienen los postres “ricos”, etc. Lo ideal, para una noche como San Valentín, sería hacer varias velas (no se necesita mucho plaste) y que todas fueran únicas en forma y tamaño. ¡Así que poneos a juntar moldes!
02 Preparando los noyos
Como ya os explicamos cuando hicimos esta otra manualidad para la noche de Halloween, un noyo o macho es el elemento que se introduce en el molde para crear un hueco en la futura pieza.
En este caso, como se trata de hacer un hueco para que quepa una vela de té, usaremos una de ellas como noyo. Eso sí, la ensancharemos un poco para que las futuras velas quepan holgadamente y sea fácil extraerlas una vez se hayan consumido.
Para ensanchar la pieza, tomamos la cinta adhesiva (¡de plástico!) y aplicamos una tira alrededor en sentido vertical y que sobresalga mucho por la parte superior (mejor dos vueltas que una). Esta tira servirá después de correa para tirar de ella y extraer el noyo cuando el plaste esté seco. A continuación aplicamos otra tira larga que dé varias vueltas a la vela en sentido horizontal. Esta otra tira hará que la pieza gane en anchura y fijará la otra en su sitio. Debe quedar alineada con el fondo del cilindro de aluminio de la vela por su parte inferior, pero por arriba puede sobresalir.
Si hemos empleado el fondo de una botella, otra alternativa es emplear ahora el cuello para crear el hueco.
03 Preparando el plaste y aplicando el tinte
Como siempre que hacemos un trabajo con moldes (podéis revisitar este, este, este o este), en este caso vamos a emplear Aguaplast Super Reparador. Se trata de un plaste ideal para este tipo de trabajos porque es de color muy blanco, de manera que puede dejarse sin pintar; porque tiene un acabado muy fino; y porque seca bien aunque tenga poco acceso al aire por estar metido dentro de un molde.
Para preparar el plaste, mezclaremos 0,4 litros de agua por cada Kg de producto y amasaremos bien hasta obtener una pasta consistente y sin grumos. Antes de verterla en el molde añadiremos el o los tintes que queramos (a no ser que deseemos el acabado blanco, claro). Podemos tintar el plaste completamente o podemos añadir el tinte y no remover más que un poco, con lo que conseguiremos un veteado muy curioso. También podemos hacer varias mezclas de distintos colores y hacer los portavelas a base de capas de color.
04 Vertido
Ya solo queda verter la mezcla en los moldes e introducir el noyo. Como hemos dicho antes, conseguiremos un efecto más original si cada molde es distinto y si el noyo no está centrado en todos ellos.
05 Desmoldado
Dejaremos secar el plaste 24 horas (¡San Valentín ya está aquí!) y a continuación extraeremos el noyo tirando de la tira de cinta adhesiva. Si esta se parte o se sale, podemos utilizar un tenedor para pinchar en la vela y hacer palanca. Para ello calentaremos el tenedor con un mechero, de manera que se clave profundo en la cera; esperaremos a que se enfríe un poco y después haremos palanca y rotaremos la pieza a la vez. Es mejor sacar el noyo antes de desmoldar la pieza, porque así la pieza estará seguro dentro del molde mientras la manipulamos.
Cuando ya hayamos extraído todos los noyos, solo nos quedará desmoldar. Utilizaremos unas tijeras para cortar los moldes, si es que son de plástico, o un martillo pequeñito para romperlos, si son de vidrio o barro (¡mucho cuidado con no partir la pieza!).
Una vez que tengamos todas las piezas desmoldadas, ya solo queda lijarlas un poco con una lija fina. ¡Y listo! Ya tenemos unos portavelas de lo más original para nuestra cena de San Valentín.