Jorge, un bricolador/manitas de Rentería comparte con nosotros este proyecto en el que habilitó un garaje recién construido en el que las paredes apenas estaban recubiertas por una capa de mortero. Dejamos que él mismo nos explique cómo lo hizo:
El garaje pedí que me lo dejaran sin terminar porque me sentía capaz de darle yo mismo los últimos toques, cosa que no solo es una satisfacción personal, sino que además permite ahorrar un buen dinero. De manera que cuando los albañiles se marcharon, el garaje estaba techado, tenía la solera echada, la puerta montada y las paredes de ladrillo apenas zarpeadas.
Cuando la mezcla aplicada a las paredes se secó completamente, empecé por aplicar una imprimación, en este caso Fixacryl de Beissier. Después apliqué una primera mano de Revoco plástico BR SL01, también de Beissier.
A continuación apliqué Extraplas Rojo de Beissier en una única pared en la que quería tener un acabado más fino. Como no soy un profesional, dejo algunas aristas que luego se lijan muy bien dejando una superficie lisa. Por eso compré Extraplas rojo, me aconsejaron que se aplicaba muy fácilmente y que también se lijaba muy bien, y pude comprobar que ambas cosas eran ciertas.
Terminé aplicando dos manos de Isolfix Ambientes Húmedos de Beissier, porque es un garaje que no está aislado ni nada, y así evito posbiles problemas de humedades, pared fría, condensación, etc.
¡A la vista de las imágenes, no nos queda duda de que el trabajo ha merecido la pena!
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